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BARCELONA | LA intrahistoria

Tito, del entrenador paraguas al empleado de la entidad

El entrenador, como reconocía el propio Vilanova en su última rueda de prensa ha pasado a ser "un empleado de la entidad. A mí la junta me da un equipo y yo lo entreno".

Tito, del entrenador paraguas al empleado de la entidad

Más allá del mérito indiscutible que supone haber ganado la Liga a pesar de los contratiempos que han azotado el día a día del Barça, durante esta temporada ha quedado muy claro que algo ha cambiado en la gestión del equipo blaugrana. El cambio ha permitido superar la marcha de Guardiola y volver a ganar la Liga, pero a costa de dotar de contenido a la junta en la gestión y a los jugadores en las decisiones. El entrenador, como reconocía el propio Vilanova en su última comparecencia de prensa de la temporada tras el partido contra el Málaga cuando se le preguntó por si Valdés seguiría o no en el equipo, ha pasado a ser "un empleado de la entidad. A mí la junta me da un equipo y yo lo entreno".

Fútbol Club Barcelona

La frase choca frontalmente con la primera comparecencia de Guardiola cuando se hizo cargo del equipo: "No cuento con Etoo, Deco ni Ronaldinho". En ese caso, el empleado marcaba los tiempos de la junta. Ahora, es al revés.

El peso de Guardiola era tal que fue un paraguas para un club que vivió tiempos convulsos de elecciones, juicios, dimisiones y espionajes. Ejercía de entrenador, secretario técnico y jefe de comunicación.

El protagonismo del anterior entrenador del Barcelona ha quedado suplantado también por el del vestuario, que en este curso ha sido dueño de la ejecución y el anuncio de decisiones. Ya sean médicas (Puyol) o contractuales (Valdés o Neymar), en la que fueron los futbolistas los que marcaron los tiempos.