SEVILLA - VALENCIA
Cuatro goles de Negredo y Clos dejan al Valencia sin Champions
El delantero madrileño fulminó a un Valencia que se quedó con diez jugadores en la primera parte por expulsión a Jonas. Banega y dos veces Soldado maquillaron el resultado.
El valencianismo no se olvidará tan fácilmente de Clos Gómez. Tampoco el sevillismo de Álvaro Negredo si cambiara de aires. Entre uno y otro dejaron al Valencia sin Champions. Y al Sevilla, TAS mediante, en Europa League. Nada le reprochan los de Valverde al delantero; mucho, todo, al colegiado. Se quejan los valencianistas de dos posibles penaltis no señalados a su favor y, sobre todo, de que expulsara a Jonas por nada. En un día para hablar de muchos, lamentablemente por Valencia solo se hará de uno. Del menos protagonista de todos, aunque posiblemente el más decisivo para los ché de cuantos pisaron el Sánchez Pizjuán. De hecho Negredo tuvo que sacarse un póker de goles de la chistera para compartir los focos con Clos Gómez. Con menos quizás ni sale en la foto.
Un mal partido lo tiene cualquiera, si bien, el Valencia ayer se jugaba 20 millones de euros y una cosa es que los perdiera por el acierto de Negredo y otra sentir como sintieron que Clos Gómez les puso trabas con sus errores para ganarlos. En cinco minutos, los de Valverde vieron como Negredo, con una chilena y un penalti, dejaba en nada el golazo inicial de Ever Banega y también como Clos Gómez no dudaba en castigar con roja a Jonas por un mero rifirrafe. Esa expulsión se sumaba a dos posibles penaltis cometidos sobre Canales y Soldado (éste, claro) que el colegiado pasó por alto.
Hasta ese primer gol de Negredo -y todo lo que pasó en los minutos posteriores- nada hacía pensar que al Valencia se le escaparía la Champions. Banega tenía ganas y entorno a él los de Valverde pudieron sentenciar la velada apenas comenzada. Pero perdonaron y les castigaron por ello.
Para el Valencia anoche todo fueron malas noticias. Valverde dijo a sus jugadores en el hotel de concentración que no seguiría con ellos tras ese partido y a partir de ahí todo fue de mal en peor. Quizás no eligió el Txingurri el mejor momento para sincerarse con los suyos. Y sus dos últimas balas le salieron de corcho. Una fue el gol del empate de Soldado, si bien, ni un minuto tardó Negredo en hacer el 3-2. La otra tener la oreja pegada a la radio esperando unos goles del Deportivo que nunca llegaron.
Negredo siguió a lo suyo e hizo su cuarto. El Sánchez Pizjuán bajaba el telón a la Liga feliz y entre homenajes. Solo la lesión de Perotti afeó su día, que fue precioso por cierto para Palop. Y para Navas.