La era Mourinho echa el cierre en el Bernabéu ante Osasuna

Adiós, Mourinho. Tres años después, el entrenador con más poder que ha tenido el Real Madrid, el más intrigante, montaraz y polémico, se despide del Bernabéu con una Copa, una Liga y una Supercopa de España. La división de opiniones que se escuchará cuando se anuncie por última vez su nombre simbolizará su legado más perdurable. El récord de los 100 puntos podría igualarlo el Barça esta misma noche.

También, casi con toda probabilidad, asistiremos esta tarde a la despedida de Higuaín. Se marchará después de seis temporadas y media, y con tan solo 25 años. Su palmarés incluye tres Ligas, una Copa del Rey y dos Supercopas nacionales. Quien sobrevivió a la competencia de Raúl o Van Nistelrooy se ha visto finalmente doblegado por el favor del que sí goza Benzema (más magia, menos goles).

Será, en cualquiera de los casos, una despedida triste que incluirá otras de menor calado, como la de Carvalho, central cumplidor que llegó a Madrid pasado su esplendor. Quién sabe si futbolistas como Di María o Callejón disputarán hoy su último partido de blanco y quién sabe si Adán ocupará por última vez la portería local. Sí, no se sorprendan. La titularidad de Adán es la consecuencia más reseñable de la plaga de bajas, lesiones, marginaciones y disimulos que asolará hoy al último Madrid de Mourinho. Apunten: Casillas, Diego López, Ramos, Varane, Pepe, Coentrao, Marcelo, Kaká, Khedira y Cristiano. Ninguno asomará por el césped. Conste en acta que Iker se ha entrenado y estaba listo. Quede registrado que Diego López se lo pierde por una intervención quirúrgica.

Para los jugadores de  Osasuna el partido tampoco se distingue de un amistoso más o menos emotivo. Logrado el objetivo de la salvación, y con once bajas, Mendilibar llega con 16 jugadores, dos de ellos del filial, Unai García (central titular, probablemente) y Maikel Mesa. Asier Riesgo sustituirá en la portería a Andrés Fernández y Ricardo podría disfrutar de minutos, una vez ha anunciado su despedida del fútbol a los 41 años. Lo dicho, partido de pañuelos y ojos rojos. La alergia es cruel en esta época del año.