Jesús Navas quiere ir al Madrid y el Sevilla, venderlo al City

La posible salida de Jesús Navas del Sevilla ha dado un acelerón en las últimas horas, hasta el punto de que ya se sabe lo que el Sevilla pretende hacer con el palaciego y cuáles serían las pretensiones de éste. La situación es clara: el Sevilla ha recibido una oferta del Manchester City que se acerca mucho a los 30 millones de la cláusula de Jesús Navas. La oferta no se ha presentado formalmente, pero los contactos entre clubes han permitido saber al Sevilla que los ingleses van en serio.

Jesús Navas está dispuesto a salir y ya lo ha demostrado con creces en sus últimas comparecencias, pero no es menos cierto que el internacional sevillista prefiere irse al Real Madrid, un club que en el pasado ya se interesó por él y que siempre se ha señalado como el único destino posible de Navas en caso de abandonar el club hispalense.

El Sevilla sabe cuáles son las pretensiones de Navas por boca de sus propios representantes, o lo que es lo mismo, la empresa Bahía que es quien gestiona la carrera del jugador. Ayer tarde se produjo una reunión entre Margarita Garay, directora general de Bahía, y Monchi, donde se le comunicó al Sevilla el deseo del jugador de esperar a una posible oferta del Madrid. El Sevilla, en un principio, no se presenta disconforme, pero sí le ha dicho que la posible oferta madridista debería ser muy cercana a los 30 millones que el City ha puesto encima de la mesa.

El caso es que el Madrid se encuentra en proceso electoral (si no se presenta nadie más que Florentino el lunes 3 de junio sería reelegido) y los fi chajes y salidas están aparcados hasta que se conozca el nombre del nuevo entrenador. Si el que llegue al banquillo blanco está interesado en la operación, el Real Madrid movería ficha. Las cartas están sobre la mesa. El Sevilla quiere que Navas acepte la oferta del City y el de Los Palacios pretende esperar la propuesta del Madrid. Es más, le ha trasladado al Sevilla que si ambas ofertas están cercanas, se deberá elegir la madridista. El culebrón no ha hecho más que empezar.