BARCELONA
Víctor Valdés no se despidió, celebró su partido 500
El futuro laboral del portero sigue sin estar claro. Valdés no sabe aún lo que va a hacer y por eso el motivo de la invitación fue la celebración de su partido 500 con el Barcelona.
El jueves, Víctor Valdés pagó una comida a sus compañeros, técnicos, extécnicos, fisios y personal vinculado al primer equipo en la Masia Can Ferran. No es de extrañar, que esta celebración sonara a despedida. No obstante, el futuro laboral del portero sigue sin estar claro. Valdés no sabe aún lo que va a hacer y por eso el motivo de la invitación fue la celebración de su partido 500 con el Barcelona, que cumplió el domingo ante el Valladolid. Nadie habló de despedidas.
Algunos de los jugadores asistentes a la comida confesaron que en ningún momento se sintieron testigos de un acto de despedida. Saben que Valdés se irá cuando acabe su contrato, pero en la plantilla nadie descarta que se quede un año más, aunque sea sin jugar. Y es que la situación del portero se ha complicado mucho. Valdés quiere salir este verano con la carta de libertad, cosa que el Barça no piensa tolerar y ante esta postura, Valdés tampoco piensa forzar su salida. Prefiere esperar.
Ofertas no le faltan, pero no le convencen. La más jugosa es la del Anzhi ruso, que le cubriría de oro con un contrato estratosférico. No obstante, la opción de abandonar el fútbol Champions no acaba de seducir al guardameta.
En la misma carpeta puede archivarse la oferta del Mónaco, equipo con gran pasado, dudoso presente y prometedor futuro. Los del Principado, junto al Anzhi, son los únicos que ahora están dispuestos a pagar por el guardameta. Ginés Carvajal viaja hoy a Montecarlo para conocer los detalles de la oferta.