Dorca jugó sus primeros minutos con Alejandro Menéndez

La primera decisión que tomó Alejandro Menéndez nada más llegar a Santander fue cargarse a Albert Dorca y a Hameur Bouazza y meter a Jairo y a Ferreiro en las bandas. Porque había muchos partidos por televisión, porque le avisaron en la casa o porque no le gustó lo que vio esa semana, lo cierto es que el gran pagano de ese tercer relevo en el banquillo fue el catalán (el francoargelino ha sido como el Guadiana desde el principio y hasta su mutis por el foro).

Dorca fue un fichaje de Juan Carlos Unzué al que, cosa rara, no pasó factura Fabri. Le puso de inicio en 13 de los 17 partidos que dirigió el lucense y solo en uno, ante el Lugo y a los 86', le sustituyó. Con José Aurelio Gay, más de lo mismo: titular en ocho de 11 y solo fue cambiado en Alicante (55') y en Huelva (72'). Era tan fijo en las alineaciones que llegó a haber polémica sobre si se merecía la fijeza de esa titularidad.

Lo contrario. Con Menéndez, hasta que salió 8' en la Nova Creu Alta, se ha tirado 10 partidos sin jugar y está ahora por detrás de Yuste, Gullón, Andreu e, incluso, Óscar Pérez.