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REAL MADRID

Mourinho, el ''octavo pasajero'' de Florentino Pérez

Del Bosque, Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro y Pellegrini han pasado por el banquillo del Real Madrid durante la doble presidencia de Florentino Pérez.

Mourinho durante la semifinal de la Copa del Rey contra el Barcelona el 30 de enero.
JAVIER SORIANOAFP

José Mourinho es el octavo técnico del Real Madrid en el doble mandato de Florentino Pérez como presidente del club, el que más tiempo ha estado en su cargo junto a Vicente del Bosque, en lo que bautizó como "modelo inglés". Deja tres títulos en tres años: Copa del Rey, Liga y Supercopa de España.

Se marcha el octavo pasajero del proyecto de Florentino Pérez en el Real Madrid, que inició dando continuidad al técnico que estaba en el club cuando ganó sus primeras elecciones, Del Bosque, y que hasta llegar a Mourinho pasó por Carlos Queiroz, José Antonio Camacho, Mariano García Remón, Vanderlei Luxemburgo, Juan Ramón López Caro y Manuel Pellegrini.

Vicente del Bosque (2000-03): Prescindir del actual seleccionador español fue una de las decisiones más difíciles y criticadas a Florentino Pérez. El presidente quiso cerrar un exitoso ciclo y la vida como técnico dedicada al club del salmantino se acabó con la conquista de una Liga. Era la segunda que conseguía en tres años en los que dejó una Copa de Europa, una Copa Intercontinental, una Supercopa de Europa y otra Supercopa de España. 

Carlos Queiroz (POR) (2003-04): En el deseo de "tecnificación y modernidad", argumentos dados para el cambio de Del Bosque por Carlos Queiroz, llegó el técnico portugués a la casa blanca procedente del Manchester United, donde era la mano derecha de sir Alex Ferguson, y avalado por Jorge Valdano. Duró una temporada en la que ganó la Supercopa de España y fue destituido por "falta de autoridad y carácter", según dijo Florentino Pérez.

José Antonio Camacho (2004): En busca de esa autoridad y porque representaba "la identidad del Real Madrid", Florentino contrató a José Antonio Camacho que regresaba a su casa tras dirigir al Benfica. Duró tres partidos de Liga y uno de Liga de Campeones (goleado 3-0 por el Bayer Leverkusen). Dimitió por no sentirse respaldado por los galácticos y tras ver como su estilo no se trasladaba al terreno de juego.

Mariano García Remón (2004): Aceptó el cargo de entrenador porque su amigo Camacho se lo pidió. Estuvo al mando de septiembre a diciembre, mes en el que fue relegado a otras tareas junto a la dirección deportiva del club por los malos resultados cosechados.

Vanderlei Luxemburgo (BRA) (2004-05): Fue la primera decisión de Arrigo Sacchi como nuevo director de fútbol del Real Madrid. Según Florentino Pérez, propiciaría "el regreso del fútbol espectáculo", pero los métodos del técnico brasileño nunca fueron bien comprendidos por su plantilla. Se marchó once meses después sin conquistar ningún título. 

José Ramón López Caro (2005-06): Fue el último técnico elegido por Florentino Pérez antes de su renuncia a la presidencia del Real Madrid. Al prescindir de Luxemburgo decidió buscar el remedio en casa y optó por el técnico del filial.

Manuel Pellegrini (CHI) (2009-10): Tuvo que pagar 4 millones de euros al Villarreal por el entrenador chileno, el elegido por Florentino Pérez tras ganar las elecciones y regresar al club. Avalado por Jorge Valdano era según el presidente el que mejor respondía "a la cultura del Real Madrid". Su buena Liga no tuvo el final esperado y cedió contra el Barcelona. No superar la barrera de octavos de final en Liga de Campeones, en la que el Real Madrid se ancló seis años, y caer con estrépito en Copa del Rey ante el Alcorcón, por entonces de Segunda división B, fueron su sentencia.

José Mourinho (POR) (2010-13): Once millones de euros pagó el Real Madrid al Inter de Milan por un técnico que aseguraba títulos y que instalaba en el club "una nueva organización al estilo inglés". Florentino deseaba una apuesta de larga duración y entregó todo el poder al técnico portugués. Se marcha después de tres temporadas con la ''Liga de los récords'', una Copa del Rey y una Supercopa de España. Sin cumplir el reto de conquistar la Décima Copa de Europa, pero devolviendo prestigio al club con tres semifinales consecutivas. Y con numerosos enfrentamientos públicos contra rivales, árbitros, UEFA y finalmente sus propios jugadores.