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EL CARRUSEL

Fernando Llorente: el villano que de nuevo volvió a ser héroe

La jornada dejó la imagen del Barcelona celebrando el título en el Camp Nou, pero sobre todo la machada del Atlético conquistando la Copa en el Bernabéu ante su eterno rival.

Fernando Llorente: el villano que de nuevo volvió a ser héroe

Fallos arbitarles por no haber jugado nunca

Hay errores arbitrales injustificables, impropios de un campeonato como este, de un negocio como la Liga. Hace dos semanas el linier del Betis-Celta acabó en la nevera por señalar fuera de juego en una acción en la que Túñez estaba varios metros a salvo de esa situación. En el Sevilla-Real Sociedad le superó el asistente GallegoGarcía, que invalidó una jugada parecida de Medel para sorpresa de todo el mundo y enfado de Reyes, que vio la roja mientras calentaba. Son fallos de concepto, no de vista. Fallos de quien no ha jugadojamás al fútbol. Y no es la primera vez que ocurre con este trío arbitral. Este año ya fueron apartados tras un Atlético-Betis, pero dio igual. Siguen siendo un peligro.

Hay persistencia en la vida de Siqueira

Siqueira sigue brillando en el Granada. Su asistencia en el primer gol y la transformación ‘a lo Panenka’ del penalti en el segundo demuestran el enorme potencial de este lateral brasileño. Pero no todo es talento, también hay fuerza de voluntad. Por ejemplo, la que tuvo cuando fue fichado para las categorías inferiores del Inter, con sólo 18 años. En el primer partido sufrió una lesión de tobillo que le mandó al hospital y le tuvo todo ese año apartado. En un país en el que sólo llevaba un mes, rodeado de gente cuyo idioma no conocía, lejos de los suyos, maduró hasta ser el profesional de hoy en día. Cómo iba, si no, a tirar un penalti tan importante con esa frialdad. Pocos lo harían.

Simeone: el carácter ganador de una familia

Simeone y su Atlético -creado a imagen y semejanza del técnico- fueron los grandes triunfadores de la final de Copa. El cholismo desmembró para siempre al mourinhismo, con la sobredosis de sentimiento atlético que ello supone, con las consecuencias que puede acarrear en el eterno rival. Sublime reconocimiento para unentrenador arrollador, competitivo, paternal. El carácter ganador que ha descubierto en jugadores y afición ya lo localizó antes en sus hijos Giovanni, Gianluca y Giuliano. La familia ante todo. Los Simeone ante todo. Desde siempre les transmitió esa pasión llamada fútbol y por eso los tres vieron la final juntos en Argentina como si estuvieran al lado de papá. No importaron los 10.000 kilómetros de distancia.Los Simeone son uno solo: ganadores.

El verdadero logro de Tito es la vida

El Barça celebró el título de Liga en casa y ante su gente. No ha sido un título cualquiera. Ha sido la conquista doméstica de un proyecto con serio riesgo de incendio tras el adiós de Guardiola y los contratiempos en forma de enfermedad de Tito Vilanova y Abidal. La ausencia de un futbolista es asumible, pero la del entrenador puede trastocar los planes hasta arruinarlos. Y más en este caso, pues el motivo de la ausencia fue un tumor en la glándula parótida que requirió una intervención quirúrgica en Nueva York y posteriores revisiones también al otro lado del Atlántico, alguna de ellas a causa de recaídas. En este contexto la tendencia al desgobierno era factible. El riesgo de dilapidar la distancia en la Liga, también. De hecho, es complicado imaginar a Tito pendiente del Barça y no de su salud en esos momentos delicados. Pero lo estuvo. Dirigió los entrenamientos desde la distancia y ordenó cambios en directo a través del móvil. La Liga es un premio por aquello. Bien. Sin embargo, el verdadero triunfo para él es la vida...

La interactuación que aproxima a los ídolos

La influencia de las redes sociales modifica la forma en la que los aficionados veneran a sus ídolos. Ahora se puede saber dónde comen, qué música escuchan, de quiénes se rodean. Por Twitter, Facebook o Instagram. Por cualquiera de ellas se informa uno. Y muchos jugadores, como el Chori Domínguez, han entendido la situación para interactuar. El rayista es uno de los más activos de la red y ya tiene cuenta en las principales redes sociales. Por eso sabemos que su gran partido de ayer fue dedicado a Casado, que a sus nuevas botas les llama linternas y que está encantado con su caricatura en el museo de River. Ya no nos conformamos con su cromo; ahora vivimos su vida.

La amistad de Cheste no presagiaba nada

El fútbol es tan caprichoso que muchas veces enfrenta a amigos y excompañeros, conocidos y exsocios. Gente como Mathieu y Moya, íntimos durante la época en la que coincidieron en el Valencia pero verdugo y víctima en Getafe. Quién iba a pensar que un gol del defensa sería el que batiese de forma solitaria al portero. Paradojas. Los dos son apasionados de los coches y acudían con asiduidad al circuito de Cheste a probar vehículos. Entablaron una buena amistad allí, poniendo a tope las revoluciones de sus deportivos y hablando del fútbol y la vida. El destino separósus carreras, no su relación. Y el destino les cruzó de nuevo en el Coliseum. De goleador a goleado. De amigo a amigo.

La burbuja en la que se margina Oliveira

Qué ha hecho el fútbol para merecer tipos como Nelson Oliveira, capaces de silenciar a su hinchada tras marcar un gol importante pero aún insuficiente para que el Depor se mantenga en Primera. En qué momento un jugador pierde así la perspectiva y convierte las críticas hacia él en un gesto sonrojante para compañeros, equipo y afición. A Oliveira, cedido por el Benfica, le debe dar igual que el Depor siga o no en Primera, pero al menos tendría que pensar en esa gente que invierte sus ahorros en un abono, que viaja a la otra punta del país por seguirle, que sufrió en Segunda lo que no quiere para el próximo año. La burbuja de Oliveira explotó ensuciándolo todo. Que lo limpie rápido y se vaya.

El personaje: Llorente

Hay quien dudó de la profesionalidad de Llorente por no renovar con el Athletic y ligar su futuro al de la Juventus. Parte de la afición pidió incluso prescindir de él, como si por marcharse a la finalización de su contrato ya no tuviera qué aportar hasta entonces. Un sector de San Mamés se acostumbró a gritar a quien fuera su héroe convirtiéndolo en villano. Pero en esta relación el villano todavía tenía cosas que decir, tantas que acabó por volver a ser héroe. Los goles del riojano han sido decisivos en la salvación del Athletic y con la última palabra se irá del club. En Riazor, ante el Mallorca en casa y ayer en Zaragoza lanzó su último mensaje: al buen goleador no se le restringe desde los despachos.