Portillo abraza la permanencia para el Hércules en el 92’

Javier García Portillo. Tenía que ser él. Estaba escrito. Nunca un fichaje fue tan polémico, nunca un solo jugador marcó tanto el destino de un club. Discutido por muchos, defendido por unos pocos. Pero por encima de todo, goleador. Hace tres temporadas marcó el gol del ascenso ante el Rayo. Ayer, otra vez en la zona Cesarini, empujó a la red un balón suelto en el área pequeña. Y entró. Llorando pero entró, al más puro estilo del que fue su compañero en el Real Madrid, Raúl González.

El gol da la permanencia virtual al Hércules, que alcanza los 50 puntos y sólo una combinación inverosímil de resultados le puede dejar sin permanencia. Para el Mirandés fue un mazazo brutal. Algo injusto pero sobre todo cruel. Los de Pouso hicieron un partido para empatar, como mínimo. El punto que tenían en el bolsillo era hasta bueno. Pero caer ante un rival directo en el último minuto puede pesar para las tres últimas jornadas. Lo celebró todo Alicante. Pero también Murcia que hoy puede mandar a la zona de descenso al conjunto burgalés si gana al Guadalajara.

El Mirandés se volvió con cara de tonto a Miranda. Porque en la primera parte le dio un repaso al Hércules. Si en la primera vuelta le metió tres goles al Hércules en 45 minutos, ayer pudo repetir la hazaña. Alain, por dos veces, De Cerio y Antonio Martínez pudieron abrir el marcador pero el Hércules, nulo en ataque, defendió como pudo el 0-0 hasta llegar al descanso.

Quique agitó el árbol en el vestuario y los cambios le dieron la vuelta a la tortilla. Sin demasiados alardes, el Hércules inclinó el campo hacia la portería de Goitia. Portillo la tuvo de cabeza pero falló a puerta vacía. A continuación, Cabrera, también de cabeza, no encontró red y sí las manos de Goitia. Y cuando los dos daban por bueno el empate, Portillo abrazó la permanencia y hundió al Mirandés.