El empate no le sirve a un Huesca que mereció más

El Huesca lo intentó y estuvo cerca de seguir soñando, pero le condenó una tremenda falta de puntería ante un Córdoba que también pudo ganar y al que no le sirve de nada el empate, ni siquiera para levantar el ánimo de una afición cansada de su equipo en este lamentable final de campaña. Los aragoneses lo dieron todo, pero se encontraron con un Córdoba que tiene la pegada de Xisco y poco más.

El Huesca salió a por todas ante un Córdoba dormido en el inicio del partido. Se notaba que el cuadro aragonés se jugaba la vida y fruto de ese empuje llegaron las primeras ocasiones. Borja y Pacheco pudieron adelantar a los azulgranas en los primeros quince minutos pero perdonaron. Eso dio vida a un Córdoba que tiró de orgullo y que empezó a llegar a la portería de Zabal. López Silva y Fede Vico encontraron vías de agua en ambas bandas y comenzaron a parecerse a lo que fueron al principio de temporada. Así llegaron las oportunidades locales hasta que Xisco adelantó a los andaluces tras rematar de cabeza un bien centro de Fede Vico al borde del descanso.

El paso por los vestuarios le sentó mejor a los oscenses. Los de Esnáider desaparecieron y mostraron esa doble cara que tanto daño le ha hecho este año. Tariq empató el partido a los 9 minutos y Borja pudo adelantar al Huesca en dos ocasiones clarísimas. Fueron los mejores minutos visitantes ante un Córdoba dormido, pero el que perdona lo puede pagar y el cuadro local volvió a imponer su pegada. De nuevo Xisco, a los 20 minutos puso por delante a los suyos. A partir de ahí, el Huesca se descompuso y lo intentó con más corazón que cabeza, dando paso a los mejores minutos del Córdoba en el partido. A la contra, los de Esnáider pudieron ampliar el marcador pero no lo hicieron y el Huesca en un golpe de orgullo empató por mediación de Nacho a dos minutos del final. El tiempo de prolongación fue un carrusel de emociones porque pudo ganar cualquiera. Al final, empate que no le sirve al Huesca y que decepcionó a una afición local hastiada del pésimo final de liga de los suyos.