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LIGA BBVA | LEVANTE - RAYO

Un doblete de Piti mantiene vivo el sueño europeo del Rayo

Meritorio triunfo del equipo de Paco Jémez. Con 1-1 en el marcador, Vázquez devolvió la ventaja al Rayo y Piti hizo el tercero de penalti. El 2-3 de Iborra puso emoción.

Valencia
Un doblete de Piti mantiene vivo el sueño europeo del Rayo
DAVID GONZALEZDIARIO AS

El Ciutat continúa siendo una fiesta... pero para los visitantes. El Rayo no iba a ser menos y volvió a pescar en el río revuelto de Orriols. Triste adiós a la temporada de un Levante al que no le llegan las fuerzas ni el fútbol ni las ganas. Muchos ya están pensando en las vacaciones desde hace semanas. Otros, directamente, lo están. Se aprovecharon de eso los vallecanos, con un fútbol totalmente antónimo al de los granotas. Lástima que un castigo pueda dejarles sin un premio que merecen.

Al Rayo sólo le faltaba el calzón negro para recordar más al mejor River de los 90. Tocaba, mandaba y jugaba. Se gustaba, sin más. A su ritmo, pausado. Con la apatía del Levante no le hacía falta pisar el acelerador a los madrileños. Posesiones largas, mucha combinación. Y peligro. Muchas llegadas en la primera mitad, con más o menos acierto, guiadas en su mayoría por el arranque del Chori y la zurda de Piti. En una de ellas, quizá la más fea, llegó el gol al resolver este último un barullo en el área tras un saque de falta. Los azulgrana bastante hicieron con mirar. Y así poco más se puede hacer.

JIM tiró de Rubén al rescate de un naufragio que parecía irremediable y pronto dio resultado. El Levante volvía a ser ese equipo, cuanto menos, temido a contra. Rubén, el portero, frenó a Ríos en un primer intento pero no pudo evitar el gol de Acquafresca poco después cuando el italiano sólo tuvo que empujar un centro del otro Rubén, el jugador. Los granotas habían hecho lo más difícil: empatar. Y, sobre todo, parecerse a sí mismo. Pero poco le duró la alegría, dos minutos exactamente, hasta que Vázquez volvió a dejar en evidencia a la pasiva zaga levantinista al remachar en boca de gol un despeje de Keylor mientras éstos lo presenciaban en primera línea.

Y lo que son las cosas del fútbol. Tuvo Pedro Ríos el 2-2 en un balón al que no llegó por milímetros debajo de los palos y acto seguido llegó la sentencia visitante de penalti. Mágico el Chori en su movimiento, inocente Rubén al derribarlo. Piti no falló y el partido pudo acabarse ahí de no ser por el tardío arreón final de los granotas que con el postrero gol de Iborra creyeron en el empate hasta que Acquafresca en la jugada siguiente la mandó a la cuando se había plantado sólo ante Rubén. Insuficiente esfuerzo para despedirse definitivamente de Europa.