El tren con destino Europa no espera a los rezagados

Noche grande en el Ramón Sánchez Pizjuán. Sevilla y Real Sociedad se miden en un encuentro donde ambos tienen mucho que ganar, pero más aún que perder. Las aspiraciones europeas (Champions los donostiarras y Europa League los andaluces) pasan por sumar los tres puntos. Primero habrán visto que hacen algunos de sus adversarios por las plazas europeas. El Getafe-Valencia se juega cuatro horas antes, aunque la pelea sevillista es con más contrincantes (Málaga y Betis) y no depende de sí mismo. Por su parte, los blanquiazules podrían dormir fuera de las cuatro primeras plazas de no igualar el resultado que obtenga el Valencia.

Partidazo. Llega a Nervión el equipo de moda de esta Liga. Los de Montanier son un conjunto al que da gusto ver jugar, con combinaciones rápidas y mucho descaro. Aunque este Sevilla, cuando actúa como local, es otra delicia verle competir. Dos estilos de juego ofensivo. Dos equipos que saldrán al ataque. Dos estrategas en los banquillos. Muchos y buenos argumentos para poder ver toda una batalla entre dos históricos del fútbol español.

Afirmar que uno se juega más que el otro sería faltar a la verdad. Por un lado de los nervionenses, con pocas opciones de alcanzar la séptima plaza, pese a que es Emery el único que se empeña en rebatir esta realidad y mantiene ciertas esperanzas. Y razones no le faltan. Desde que está en el banquillo, el Sevilla ha salido vencedor en siete de los ocho duelos en el Pizjuán. Una fortaleza en casa que tiene su principal valor en el tridente que forman Negredo-Rakitic-Navas. Un trío de calidad que hoy tendrá su réplica en el ataque más fresco y dinámico que se ha podido ver en la Liga. Una Real que de la mano de Vela (que llega un poco tocado), Griezmann o el matador Agirretxe, acompañados siempre de la clase de su capitán, Xabi Prieto, son capaces de desarbolar cualquier defensa.

Un choque donde los dos saltarán al césped presionados. El Sevilla necesita ganar y esperar. La Real sabe que el Valencia viene como una moto y no puede tropezar. El empate no vale a ninguno y sus goleadores (Negredo y Agirretxe) están en racha. Ingredientes de sobra para que el Pizjuán viva una noche mágica de fútbol.