Recio silencia Anoeta en el tiempo de descuento

Recio silenció Anoeta en el descuento y complicó el sueño de Champions de la Real al mismo tiempo que alimenta el de la salvación del Granada. Lo primero que ocurrió en el partido fue el gol inicial txuri-urdin. Chory Castro colocó una falta en el corazón del área y Agirretxe, en fuera de juego, peinó el regalo del uruguayo. El Granada no acusó el golpe, sin embargo. El cabreo de Alcaraz por el despiste defensivo espabiló a los andaluces, que empataron casi a continuación. La combinación entre El Arabi y Brahimi concluyó con un disparo del primero al que no pudo llegar Bravo.

El tanto visitante anestesió a la Real. El plan de Montanier de adelantarse pronto y contragolpear luego se truncó desde ese momento. La ausencia de Illarramendi tampoco ayudó a que el control fuera fructífero, por lo que los únicos acercamientos peligrosos consistían en tiros lejanos. El Granada aguantaba entero, sin mayor intención que la de no descompensarse, pero la única vez que perdió el orden lo pagó con un gol de los que hace daño, al borde del descanso. Chory aceleró el juego por la derecha, cambió a Vela y el centro de éste lo convirtió Agiretxe en una obra de arte al rematar con el pecho.

La ventaja en el marcador mostró la mejor versión de la Real. Con Griezmann de mediocentro, el talento empezó a relucir. Agirretxe y Vela se encontraron con el palo en las ocasiones más claras para sentenciar pero el equipo txuri-urdin se gustó tanto que acabó por adornarse. Mal augurio.

Sobre todo porque el Granada economizó mejor la gasolina y llegó con opciones al último tramo, en el que Alcaraz arriesgó con los cambios. El miedo sobrevoló Anoeta y el área de Bravo empezó a temblar. Nolito, por dos veces, pudo empatar, pero fue Recio, en el último instante, quien lo logró. Tristeza para unos, alegría para otros.