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BARCELONA

Rosell sabe que debe mejorar sus relaciones institucionales

Para el próximo año el Barcelona tendrá más presencia en las instituciones. El objetivo y la idea principal es tratar de cambiar algunas cosas y lograr un mayor respeto.

Rosell espera recibir su segunda Liga como presidente.
Fernando Zueras

Dos balas más tendrá este fin de semana el Barcelona para proclamarse campeón de Liga. La primera, esta noche en Cornellà. Si falla el Madrid, Canaletes será una fiesta. De no ser así, la segunda será mañana. Si los culés ganan en el Calderón, se acabó lo que se daba en la Liga. De suceder esto será el momento oportuno para saber cuándo y dónde se llevarán a cabo las celebraciones. Una vez concluidas, diferentes áreas del club deberán hacer un reset a lo vivido esta temporada para comenzar a planificar la próxima. Andoni Zubizarreta y Josep María Bartomeu, deberán planificar la parcela deportiva. Posiblemente, junto a ellos, estará Sandro Rosell en la toma de decisiones importantes (en el pasado ya lo estuvo, aunque lo hizo con discreción), aunque al presidente se le acumulará el trabajo y el verano será movido.

Desde hace tiempo, el presidente sabe que debe mejorar algunas cosas en su día a día al frente del club. Hasta ahora sus movimientos en Madrid siempre fueron delegados (y seguirán siendo) en Javier Bordas, representante del club en la Federación Española de fútbol (RFEF) y en la Liga de Fútbol Profesional (LFP) desde 2010 (año en el que ganaron las elecciones), tarea de la que siempre quedó satisfecho, pero de la que consideran que se puede sacar mejor rendimiento, que no beneficio. Por ese motivo, Rosell, consciente de que las relaciones con las instituciones son fundamentales, estaría dispuesto a mejorarlas, básicamente para ganar un poco más respeto de todos los estamentos del fútbol, los nacionales e internacionales, por lo que se tendrá más presencia en reuniones, siempre que su agenda se lo permita.

El Barcelona no se siente maltratado, ni mucho menos, pero sí que busca algo más de respeto, después de haber tenido la sensación durante la presente campaña que algunas decisiones no fueron las deseadas. Hay tiempo para cambiarlo.