El Celta vuelve a golear y se planta en la final ante el Sevilla

El poderío ofensivo del Celta le ha convertido en una máquina de devorar rivales. Ayer, al igual que hizo en cuartos de final ante el Real Madrid, se adelantó en el marcador cuando el público aún estaba tomando asiento. Santi Mina encaró a Ramos dentro del área y éste le derribó. Penalti claro que convirtió el propio Mina, aunque no exento de suspense. Segura tocó el balón con el pie, pero no pudo evitar el tanto.

El Villarreal no se amedrentó a pesar de la desventaja y se repuso rápidamente del golpe. Cifuentes dispuso de dos ocasiones, pero el Celta volvió a machacar en su siguiente llegada. Yelko centró y Jordan, que entró en el campo a los doce minutos por lesión de Fernán, encarriló el encuentro. Sin embargo, Goldar cometió penalti sobre Dan Ojog en el último segundo de la primera parte y Cifuentes puso emoción a la semifinal.

Tras la reanudación, el Villarreal salió convencido de que podía lograr la remontada. Nada más comenzar el segundo acto, Leiva falló un mano a mano ante Yago. El portero celeste se vio obligado a intervenir poco después para detener un buen cabezazo de Álvaro. En la siguiente acción, Goldar erró y Leiva le robó la cartera. El disparo del extremo castellonense se estrelló en el palo. El Celta estaba noqueado y el empate parecía cuestión de tiempo. 

Pero cuando peor estaban los locales, llegó el gol de la sentencia. Yelko se inventó un pase entre líneas y Thaylor, con fortuna eso sí, logró alojar el cuero en la red. El Celta ponía dos pies en la final en el momento que menos lo merecía. Quizás sea la suerte del campeón. En el descuento, Berto puso la guinda tras un buen pase de Pablo Pérez.