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MIGUEL TENDILLO HABLA PARA AS

"La Copa de Europa no fue justa con el Madrid de La Quinta"

El exfutbolista de 52 años, desde hace 10 coordinador de Fútbol 7 en la Escuela del Valencia, repasa su trayectoria profesional durante 15 temporadas: ganó 10 títulos.

Miguel Tendillo posa para AS en la Ciudad Deportiva del Valencia junto a su hijo Alberto, que milita en el filial.

¿A qué se dedica?
Llevo 10 años de coordinador de Fútbol 7 en la Escuela del Valencia.

Su hijo Alberto, también central: debutó con 17 años en el filial

Miguel Tendillo (Moncada, Valencia, 1-2-1961) tiene digno sucesor. Su hijo Alberto. Como él es central, tiene ya 18 años, pero hace unos meses que ha debutado con el filial, con el Mestalla, Fue en Binissalem (grupo 3 de Segunda B), el pasado mes de febrero. "Apunta bien. Cuando juega, me recuerda en algunas cosas a mí, sobre todo, en la forma de sacar el balón". El exfutbolista, de 52 años, afirma que "el único consejo que le doy es que disfrute, que el fútbol es muy bonito", y cree que su hijo "por técnica y mentalidad, está capacitado para debutar en Primera, pero necesita echar más cuerpo, y más para la posición en la que actúa". Tendillo tiene otro hijo, el mayor, Miguel, que juega de delantero en el Atlético Moncadense.

Pero usted va a cumplir 20 años retirado del fútbol, ¿en los 10 primeros qué hizo?
Básicamente, nada, olvidarme del fútbol.

Un torneo de fútbol base en Moncada lleva su nombre

Miguel Tendillo da nombre a un torneo de fútbol base que se celebra todos los años, desde hace 17, en su pueblo natal, Moncada (Valencia): la próxima edición se celebrará a finales del presente mes y principios de junio. En la última edición, la de 2012, el Rayo Vallecano se proclamó campeón. Son fijos participantes el Valencia y el Levante, además del equipo del pueblo, el Atlético Moncadense, tanto en categoría masculina como femenina.

¿Por qué, tan harto acabó?
Sí, bastante asqueado, y sólo tenía 32 años. Después de no jugar mucho en los últimos años en el Madrid, me fui al Burgos, que acabó descendiendo, y lo dejé porque ya no me encontraba con ganas. Cuando uno pierde la ilusión, lo mejor es desaparecer. También es verdad que empecé muy joven, he estado 15 temporadas en activo y llega un momento que dices 'hasta aquí, ahora quiero disfrutar más de mi familia'.

¿Y por qué volvió a tener relación con el fútbol, quién le animó?
Antiguos compañeros, como Roberto, Subirats... Ellos me dijeron que me metiera en el Valencia, en la Escuela, y poco a poco fui involucrándome, hasta ahora, y la verdad es que tomé una gran decisión: disfruto con los niños, con su inocencia, son esponjitas que lo absorben todo lo que les enseñas...

¿Tiene título de entrenador?
No, ni me lo voy a sacar. Prefiero trabajar con niños que con mayores.

Hablemos de su pasado de futbolista. ¿Recuerda el día que debutó?
Sí, tenía 17 años y fue en Copa ante el Girona. Faltando 10 minutos para acabar la primera parte, se lesionó Palmer y recuerdo que el entrenador, Marcel Domingo, me llamó: me faltaba el aire en el trayecto del banquillo a la línea de banda para saltar al campo.

En el Valencia estuvo ocho temporadas. ¿Cuál es el mejor y le peor recuerdo que tiene de su etapa valencianista?
Los mejores, los títulos (una Copa del Rey, una Recopa y una Supercopa de Europa), pero si me tengo que quedar con un día, por supuesto el partido en el que conseguimos quedarnos en Primera, en la última jornada, con un gol mío al Real Madrid (aquella victoria también le quitó la Liga al equipo blanco). Y el peor, sin duda, cuando descendió el Valencia.

¿Por eso tuvo que hacer las maletas?
Así es, me fui al Murcia. Después de aquel partido en el que nos salvamos en la última jornada (temporada 1982-83), el Valencia estuvo coqueteando con el descenso hasta que se produjo el desastre (campaña 1985-86). Yo recibí muchas críticas y con 25 años hice las maletas: necesitaba un cambio de aires.

Un año en el Murcia y salto a la élite. ¿Cómo fue su fichaje por el Real Madrid?
En realidad, el que primero me quiso y se puso en contacto con el Murcia fue el Barcelona; ambos clubes tenían buena relación, después del trasvase de Tente Sánchez, Amador... Pero el Barça no se decidió y a partir de abril el Madrid se interesó por mí, de hecho, el secretario técnico del Murcia, Sabater, me dijo, porque yo nunca he tenido representante, que Beenhakker me quería y Miguel Malbo (responsable de la cantera del Madrid) llamaba a mi padre para preguntarle cuándo firmaba.

Oiga, usted fue uno de los integrantes del Madrid de La Quinta del Buitre. Elija uno: aquel equipo, el de Los Galácticos o el de Cristiano...
Yo me quedo con el de La Quinta del Buitre, por una simple razón: era un equipo, no sólo una suma de individualidades, pero la Copa de Europa no fue justa con nosotros para el fútbol que hacíamos. La eliminación en la semifinal con el PSV ha sido el peor momento en el que vi al equipo, estábamos abatidos y nos costó levantarnos.

Antes se ha referido al gol que le hizo al Madrid en 1983. En su carrera ha marcado, entre todas las competiciones, casi 40. ¿Con cuáles más se queda?
También uno que le hice al Cádiz con el Murcia, saliendo con el balón controlado desde la defensa y llegando hasta el área; y uno que le hice al Celta con el Madrid, a los 20 segundos, de imparable 'voleón'.

¿Qué opinión le merecen las temporadas convulsas del Valencia y Real Madrid?
Los motivos son distintos. En cuanto al Valencia, necesita acabar de sanearse y llevar un camino recto a todos los niveles; y en el Madrid, todo está focalizado en un nombre, Mourinho, del que sólo le voy a decir una cosa: a quien hierro mata, hierro muere.

Gracias.
A ustedes.