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CELTA 1 -ATLÉTICO 3

El Atleti sella el tercer puesto y deja al Celta al filo del abismo

Diego Costa adelantó al Atlético y Juanfran hizo el 0-2. Augusto puso emoción, pero Falcao sentenció. El Atlético evita tener que jugar la previa de Champions.

Atletico Madrid's Brazilian forward Diego da Silva Costa (C) vies with Celta's midfielder Natxo Insa (L) and defender Jonny during the spanish league football match Celta vs Atletico at Balaidos stadium in Vigo, on May 8, 2013. AFP PHOTO/ MIGUEL RIOPA
Atletico Madrid's Brazilian forward Diego da Silva Costa (C) vies with Celta's midfielder Natxo Insa (L) and defender Jonny during the spanish league football match Celta vs Atletico at Balaidos stadium in Vigo, on May 8, 2013. AFP PHOTO/ MIGUEL RIOPAMIGUEL RIOPAAFP

Si el Atleti tenía la Copa en la cabeza, y en algunos momentos dio la sensación, Diego Costa no estaba enterado. La tibia primera parte, con un Celta sin recursos y un Atleti sin ganas de meterse en problemas, sólo se animaba cuando el brasileño comenzaba a cabalgar y acabó con él en el suelo por meter la pierna para pelear un balón imposible con Vila. El riesgo de perderse la final ni se le pasó por la cabeza. El premio a su inconsciencia fue un gol nada más volver del descanso que permitió al Atleti encauzar el triunfo, que le asegura el tercer puesto y jugar la Champions sin fase previa. Para los del Cholo la Liga ha terminado y ha sido un éxito rotundo. Ya sólo importa el 17 de mayo.

Para el Celta, sin embargo, no hay paz ni tiempo. La derrota le deja en descenso y con un partido más que el resto de náufragos que pelean por alcanzar la única tabla que flota. La imagen que dio no alienta la esperanza. Sólo Augusto (futbolista de categoría) y Krohn-Dehli comparecieron al juicio final. Especialmente dolorosa resultó la dimisión de Iago Aspas, cuyo talento es el único posible salvavidas celtiña. Pero lo raciona en exceso. Ayer ni asomó y el Celta lo pagó caro.

Los 45 minutos iniciales dejaron dos disparos lejanos de Falcao y Krohn-Dehli, una patada al aire de Adrián tras (impreciso) pase atrás de Falcao y un remate traicionero de Augusto que rozó el palo por el lado malo. Extraña sensación de pachanga para un Celta que se jugaba la vida.

El descanso cargó las baterías. A los 47’, Koke siguió con su transformación en Pantic a balón parado y sacó un córner para que Miranda peinara en el primer palo y Diego Costa, también de cabeza y en posición dudosa, remachase. Con Adrián anunciando su despertar siempre que el balón esté lejos de la portería rival, el brasileño fulminó cualquier posible duda que existiera sobre cuál de los dos será titular en el Bernabéu.

Augusto fue, cómo no, el único del Celta en reaccionar el golpe, pero su buen disparo lejano lo despejó Courtois. Y Diego Costa avisó dos veces más antes de que Juanfran, con la inestimable colaboración de Lago, marcase el segundo con un disparo desde fuera del área que tocó en el lateral celeste. Era el minuto 66 y la reacción del Celta tuvo algo de obligación, una pareja en las últimas intentando recuperar la chispa con una cena con rosas y sin ganas.

Por un instante creyó en el milagro gracias a uno de los escasos errores de Courtois esta temporada. El disparo de Augusto se le coló por debajo del cuerpo y dejó en 681 minutos su récord de imbatibilidad fuera de casa. Claramente no era el día de Abel, antiguo poseedor del mismo. Era el minuto 84 y Balaídos creía de nuevo.

Sin embargo, el Atleti masacró sin piedad las esperanzas viguesas con una reacción tremenda. Dos minutos tardó Falcao, de nuevo en posible fuera de juego, en marcar el 1-3 tras un recorte fabuloso. Y aún pudo Arda marcar dos goles, pero el primero se lo birló el Tigre al no dejar pasar el balón y el segundo el poste, tras una gran jugada individual. Ya daba igual. El tercer puesto estaba en el bolsillo. Simeone cumplía así el objetivo prioritario. Ahora aspira a hacer historia. El curso todavía puede mejorar. Mucho.