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Real Madrid - Valladolid

Desquite en el Bernabéu

El Real Madrid regresa a casa (20:00 C+ Liga / Gol TV) cuatro días después del Borussia en Champions. El alemán Ebert es la esperanza en el ataque del conjunto pucelano.

Casillas, atacado por Mou en sala de prensa, llegó así de relajado a la concentración del equipo.
J. A. Orihuela

Habló Mourinho y subió el pan (la pistola, concretamente). De paso, creció el interés por el partido de hoy. Tal vez no le mueva el ego, sino la preocupación por la taquilla. El caso es que después de sus alusiones a los "niños bonitos" de la prensa, de sus papelitos de autoayuda y de su desprecio a Casillas, apetece observar cómo interactúan equipo, entrenador y público. Lo que era, desde la perspectiva madridista, poco más que un partido de desquite adquiere una nueva dimensión: enésimo plebiscito a Mourinho, el hombre de las tres semifinales de Champions consecutivas.

Para el Valladolid, sigiloso visitante, es otro panorama. A diez puntos del descenso, el objetivo es sumar el punto o los puntos que valdrían la salvación matemática (la virtual ya está conseguida). La idea (ambiciosa) es evitar cuanto antes la amenaza de un calendario de alto riesgo: Bernabéu, Depor, Camp Nou, Celta y Son Moix. Nadie olvida en los alrededores del pozo que el Villarreal descendió la pasada temporada con 41 puntos (el Valladolid suma 40).

Aunque la alineación del Madrid será imponente (pese a la ausencia de Ramos, distensión en los isquiosurales), la procesión irá por dentro. Cristiano arrastra problemas musculares e Higuaín molestias en la espalda. Quien más quien menos tiene secuelas de la batalla contra el Borussia. De ahí algunas dudas (Di María o Callejón) y de ahí el regreso del polivalente Nacho al lateral diestro.

En el Valladolid, el recuerdo quizá sea el mejor estímulo. En la primera vuelta, Manucho adelantó dos veces a su equipo (a balón parado) y el Madrid sufrió para vencer 2-3 (doblete de Özil). Aquel día Dani Hernández fue el portero pucelano, pero las cosas han cambiado: después de 24 partidos como suplente, Jaime ha recuperado la titularidad (lo hizo hace dos jornadas, con brillantez incuestionable) y el resultado es que nadie echa en falta a su compañero. Aceptarán el tenebroso paralelismo con lo que sucede en el Madrid.

Ebert, la estrella violeta (seis goles y cinco asistencias en 19 partidos), también tendrá la ocasión de resarcirse de aquella derrota. El alemán se lesionó en el minuto 29 después de intervenir en los dos goles del Valladolid.

Eliminado el Madrid en Champions, Djukic se puso como tarea "aprender del Borussia". Mou, entretanto, ha marcado el objetivo de cerrar la temporada sin derrotas en el Bernabéu (próximo título estadístico). Así está el mundo a cinco jornadas para que termine la Liga y a 13 días para la final de Copa. Sube el pan, arde el fútbol e Iker calla. Señorío es eso.