NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Real Madrid

Mourinho: "Al final de mi primer año pedí fichar a Diego López"

El técnico del Madrid compareció ayer por sorpresa y en 24 minutos no aclaró nada sobre su futuro. Los utilizó para defender su palmarés en el Madrid y volver a atacar a Casillas.

Actualizado a
Mourinho.
Jesús Rubio

¿Puede confirmar que estará en el Madrid la temporada que viene o que se irá a otro equipo?

No, no puedo confirmar nada. Puedo confirmar que tengo cinco partidos de Liga por jugar, que tengo una final de Copa por jugar... Y al final, me sentaré con el presidente y con José Ángel y hablaremos de mi futuro. No sólo como presidente, director general y entrenador, sino también como amigos que somos. Nos sentaremos y con tranquilidad hablaremos.

¿Cómo trabaja oyendo que le van a sustituir y que puede venir Ancelotti, Klopp...?

Igual. Yo pienso que en el fútbol pasa con todos. Miras al PSG y dicen que se va Carlo y viene no sé quién; miras al Bayern, que es el campeón de los récords y está en la final de la Champions, y su entrenador se va y llega Guardiola; miras al City y dicen que se va Roberto y viene el uno o el otro; miras al Chelsea y dicen que se va Benítez y voy yo... Son muchísimos clubes que viven situaciones parecidas. En algunos clubes los cambios se van a consumar, pero en otros no van a pasar de especulaciones y los entrenadores se van a quedar. Y todos los entrenadores siguen trabajando con la máxima profesionalidad y tratando de hacer lo mejor para sus equipos. Lo que importa es que los entrenadores nos adaptamos a todo esto. Y no pasa nada. Para mí, trabajar ahora o uno o dos meses atrás es igual, supone el mismo placer, el mismo honor de trabajar para este club. Estoy menos feliz porque he perdido una eliminatoria hace unos días y no olvido un momento triste en dos días. Pero sigo con la misma profesionalidad y el mismo honor.

Tras la semifinal de Champions, dijo que había mucha gente que le odiaba y que estaba en esa sala de prensa. Si se va, ¿será por la presión que ha sentido de la prensa?

No, yo no siento presión ninguna. La presión no es un problema para mí. Mis decisiones no tienen que ver con la presión. La presión me la pongo yo a mí mismo. Siempre he vivido así. Nuestra profesión es de riesgo. Muchos exjugadores míos, que ahora son entrenadores, siempre me comentan lo mismo: "Qué fácil es ser jugador y qué difícil es ser entrenador, qué fácil es acabar un partido y desconectar y qué difícil es hacerlo como entrenador, que la vida cambia totalmente". Por eso les digo a todos mis jugadores que disfruten mucho su vida como jugador, porque la de entrenador es mucho más complicada.

¿Por qué motivos se puede ir del Madrid?

No merece la pena hablar de si me voy o si no me voy. Y si me voy, no será a vosotros a quienes les voy a decir por qué sí o por qué no. Yo siempre he salido bien de los clubes. Incluso, mi salida del Chelsea, que parecía una salida controvertida, no lo ha sido tanto como ha parecido. De los clubes que he salido no hay registro de palabras mías negativas, críticas... Todo lo contrario. Y aquí, el día que yo salga, no será diferente, ya sea esta temporada, la siguiente o dentro de dos. No lo sé. Pero el día que me vaya no habrá entrevistas conmigo ni críticas. La vida es bella. La vida del fútbol es fantástica y a mí me gusta. Hay que disfrutar al máximo. Hay que cerrar etapas y abrir otras, cerrar ciclos y abrir otros siempre con la mejor de las relaciones de respeto hacia tus clubes. Tengo mucho respeto a todos en los que he trabajado. Estoy agradecido por la oportunidad que me han dado. El día que me marche del Madrid será con el mismo feeling y deseándole lo mejor para el futuro.

Se juega ante el Valladolid seguir invicto en casa.

A partir del momento en que hemos percibido que no podíamos ganar la Liga, hemos luchado para ser segundos. Queremos hacer el máximo de puntos e intentar continuar sin perder en casa. Jugamos contra un equipo que está en la mejor de las situaciones: está tranquilo, tiene sus objetivos cumplidos, juega bien, no tiene presión y tiene un entrenador que me gusta.

Si se va del Madrid este verano, en el mejor de los casos habrá ganado una Liga, dos Copas del Rey y una Supercopa. ¿Cree que ha triunfado?

Yo pienso que cuando se valora mi trabajo, no se valora nunca en modos absolutos, se valora siempre en función de lo que he conseguido. Pero la culpa es mía, porque he ganado tanto, tanto, tanto que las expectativas son siempre más altas de lo que después tú consigues. Pero tengo mis célebres papelitos por si algún listo me hace una pregunta que exige papelito. Yo te respondo así: la Liga de los récords es mía. Vas a querer borrarla, pero no lo vas a conseguir, sólo se conseguirá cuando un equipo haga 101 puntos; 20 años sin ganar una Copa, eso significa que no es fácil; la Supercopa es pequeñita; tres semifinales de Champions, que a mí no me alimentan el ego ni me dejan satisfecho, porque nunca me quedé satisfecho con el casi. Pero no debe ser fácil y te explico el porqué no debe ser fácil. Porque John Toshack, Di Stéfano, Antic, Beenhakker, Benito Floro, Arsenio, Fabio Capello, Heynckes, Hiddink, Del Bosque, Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro, de nuevo Fabio Capello, Juande Ramos, Schuster y Pellegrini (no mencionó a Valdano). 18 entrenadores en 21 años, cinco semifinales de Champions (omitió que Del Bosque llegó a cuatro en tres temporadas y media, de la 1999-00 a la 2002-03, y en dos de ellas ganó la Champions). El malo de Mourinho, tres años y tres semifinales de Champions. No debe ser tan fácil llegar a semifinales de Champions. Porque tres en tres años y cinco en 21 años... Y tres con un entrenador y entre 18 entrenadores logran cinco es porque no es fácil. Y te repito que no me alimenta el ego, porque no soy entrenador del casi, eso para mí es nada. Pero la Liga de los récords es mía. ¿Quieres el papelito?

¿No le pica quedarse para ganar la Décima?

Sólo quiero que el Madrid gane la Décima. El Chelsea no la ha ganado conmigo y me emocioné con esa victoria, porque cuando trabajo en un club empiezo a quererle. Después me da igual quién está, quién juega o quién no juega, quién entrena o quién no entrena, quién es el presi o quién no es el presi. El día que salga del Madrid, siempre tendrá un sitio especial en mi carrera. Lo que quiero es que la gane. Si es conmigo, sería perfecto. Pero si no es conmigo, pues me alegraré igual porque quiero a este club. Yo soy así. Cuando salgo, quiero bien, no quiero mal. Por eso, que el Madrid gane la Décima será siempre una alegría para mí.

¿Ya tiene tomada la decisión sobre su futuro?

No. Las primeras personas que lo sabrán son mi mujer y mis hijos, porque también es su vida. Tengo una familia fantástica, que siempre se ha sacrificado y adaptado a mis deseos y mis cambios. Ha sido duro salir del Inter. Y hemos salido en busca del objetivo que yo tenía de ganar las tres Ligas más importantes. Yo sigo pidiéndoles que me digan algo y que me aconsejen en función de su corazón y de su placer, pero rechazan siempre hacerlo porque dejan todo en mi decisión. Después lo sabrán el presidente y José Ángel.

La relación que ha tenido con la afición, con sus jugadores y con la prensa no ha sido muy buena...

Yo continúo pensando que la prensa fuera del avión del equipo es correcto, que la prensa fuera del centro de entrenamiento es correcto, que la prensa no decida quién juega es correcto, que yo no ponga a jugar a vuestros niños queridos es correcto. Yo sigo pensando que mis decisiones han sido correctas. Con la afición, perfecto. Pitos porque perdimos un partido, perfecto. La afición es la que manda. Y quiero agradecer el apoyo fantástico del estadio ante el Borussia, porque podía haber sido diferente después de haber perdido el primer partido. La gente estuvo fantástica. Y con los jugadores a los que les gusta ser tratados a todos por igual y a los que les gusta un entrenador que piensa con la cabeza, no he tenido ningún problema. Los problemas existen cuando alguno piensa que está por encima del resto. Con ese sí que existen problemas. Pero yo estoy tranquilo y en ese sentido no hay ningún tipo de problema. No pasa nada.

Cristiano ha dicho que su posible salida del Madrid no es cosa suya, que sólo le importa el Madrid y él mismo...

Es una respuesta correcta. Tiene que pensar en él y en su club. En los tres primeros meses de la temporada no estaba feliz aquí, pero ahora lo está. Me parece normal que así sea. Yo siempre alimento eso con mis jugadores. Cuando he salido de un club, he seguido motivando gente a la que le dolía que yo no siguiera en el Inter, en el Chelsea... Yo he seguido alimentando esa mentalidad profesional de que lo que interesa es el club. Un jugador debe ser independiente de cualquier presidente, entrenador o compañero. Tiene que trabajar al máximo para este club. Es una respuesta que me agrada muchísimo, porque el club está por encima de todo. Un jugador debe estar entregado al máximo en el club, no puedo estar pensando si el entrenador es A o B, si me quedo o me voy. Por eso dije en una conferencia de prensa que me parecía fantástico que Cristiano y el Madrid continuaran juntos por mucho tiempo. Y es lo que espero ver, que Cristiano se quede pensando en el Madrid al cien por cien.

¿Si hoy fuera su primer día en el Madrid cambiaría alguna decisión?

Es un ejercicio mental, difícil, imposible y que no lleva a ninguna parte. Mi relación con el presidente, con José Ángel y con la Junta es fantástica. Y si pudiera ser más proactivo, más contundente, más exigente y determinado yo hubiera traído al final de la primera temporada a Diego López. Lo pedí, pero no llegó y no hice lo suficiente como para conseguir traerlo. Fue una pena.

¿Qué considera más difícil: lograr 100 puntos en la Liga cuando el récord estaba en 99 o que el Madrid haya dejado de pelear el campeonato en diciembre?

Hemos empezado mal la Liga y hemos pagado por eso. Cuando dije que habíamos perdido todas las posibilidades, lo dije de un modo figurado porque no era exactamente así. Pero es verdad que debimos pelear la Liga durante más tiempo, no debimos quedar tan lejos tan pronto. El récord de los 100 puntos no me parece que sea fácil de batir. El Barcelona puede llegar a los 100 puntos y si lo logra es porque es el mejor equipo de los últimos 20 o 30 años. Y eso da más valor a lo que nosotros conseguimos. Una cosa es ganarle una Liga, una Copa y una Supercopa a un equipo normal y otra cosa es ganarle una Liga, una Copa y una Supercopa a un equipo que no es normal. Ahora ha tenido un par de resultados menos buenos e inesperados y ha pasado de ser un equipo fantástico a ser un equipo que precisa de mil cambios. Yo sigo diciendo que es un equipo fantástico y me siento un privilegiado por haber sido el entrenador del Madrid que ha acabado con la hegemonía del Barcelona en España; en Europa la rompió el Inter.

¿Se arrepiente de esos partidos en los que el Madrid se dejó llevar?

Mira, empezamos la Liga tristes. Estábamos tristes y por eso no estábamos a tope y nos dejamos puntos en la primera fase de la Liga. Cuando tú tienes un adversario que es muy difícil que se deje puntos y tú le das ventaja, pues empiezas la carrera muy por detrás y así ha sido.