Empate en Guadalajara que no sirve para atar la permanencia

En términos existencialistas, el empate en un partido de fútbol a estas alturas de la temporada debe ser como la nada de Sartre. Un sentimiento de ambivalencia que numéricamente suma, pero que en el fondo resta más. Todo esto sirve para definir la igualada entre el Deportivo Guadalajara y el Mirandés. Porque a ninguno le sirve. Al conjunto alcarreño porque no supo cerrar un partido que tenía ganado y sigue sin enlazar con la mitad de la tabla. Y al Mirandés porque continúa teniendo el peligro del descenso demasiado cerca.

En la primera mitad, el equipo guadalajareño recuperó su mejor versión, la de asociación rápida, al primer toque y con múltiples llegadas por banda. Como un conjunto de impronta germana, sudoroso en la presión y generoso en el esfuerzo, el cuadro morado desdibujó a un Mirandés ineficaz con la pelota y que no logró chutar a puerta en todo el periodo. Una sensación de superioridad local a la que ayudó el temprano gol deportivista en el minuto dos: Álvaro Antón centró desde la banda derecha, Erice falló en posición franca y Álex García remató a puerta vacía en el segundo palo.

A raíz de ese tanto, el Dépor magnificó su dominio hasta dar fe de lo que podría haber conseguido esta temporada a nivel clasificatorio y que sin embargo ya no conseguirá. Sin posibilidad de sacar el balón jugado desde la defensa, la escuadra mirandesista naufragó con el juego directo y no logró contener la ofensiva guadalajareña, gestionada con visión y movilidad en la mediapunta por Erice y Álvaro Antón. Así, Juanjo pudo sentenciar el choque en su entremés en el minuto diez con un tiro cruzado que obligó a volar a Goitia. El propio Erice también gozó de una buena ocasión en el minuto 27 con un disparo frontal que besó el larguero, pero la sensación de superioridad local fue más tácita, de lo que se ve en el terreno de juego y transmiten los futbolistas, que de enumeración de ocasiones. Todo lo contrario que el Mirandés, que perdió por lesión muscular a Díaz de Cerio (mejoró su juego con la movilidad de Alain Arroyo en la segunda línea) y sólo se acercó a la portería de Razak con un peligroso disparo fuera de Pablo Infante desde fuera del área en el minuto 44.

Tras la reanudación, el partido se abrió y el Mirandés igualó el nivel. En su primer cuarto de hora, ambos equipos se repartieron oportunidades: el Dépor aprovechó los espacios a la contra para rondar el tanto con un tiro de Erice y un centro-chut de Álex García que acabó en el palo, mientras que Pablo Infante envió fuera su ocasión desde el punto de penalti y Alain se encontró con Razak en un disparo acrobático. Ya en el minuto 65, el equipo de Terrazas gozó de una doble oportunidad para sentenciar definitivamente (Goitia abortó el disparo de Vicente y Álex García envió fuera el rechace), pero fue el cuadro mirandesista el que logró la igualada dos minutos después con un espléndido cabezazo de Goiria tras centro de Garmendia.

De ahí al final, el conjunto de Carlos Terrazas fue el que más buscó el triunfo, si bien ambos equipos pudieron desnivelar el marcador. Un cabezazo de Javi Barral que su compañero Álex García cortó en fuera de juego cuando el balón iba a gol fue la mejor ocasión local, mientras que Goiria, con un remate fuera cayéndose al suelo, contestó por parte de los visitantes. En cualquier caso, ninguno de las dos escuadras movió ya el empate, insatisfactorio para alcarreños y mirandesistas, que siguen mirando con intranquilidad su clasificación liguera. Aunque con más calma que otros conjuntos