Óliver brilla y marca en la victoria atlética en Azerbaiyán

La lucha es el deporte nacional de Azerbaiyán. Y eso es lo que ofreció el Bakú F. C. ante el Atlético. La medicina de la intensidad que el Cholo ha inoculado a sus jugadores fue también puesta en juego por el equipo azerbaiyano. Los rojiblancos llevaron el peso del partido, pero el aguerrido y correoso rival no les dejó estar cómodos. Entre la pelea del Bakú y la búsqueda del gol rojiblanco apareció un joven rojiblanco: Óliver. Empieza los partidos discreto, pero a medida que transcurre el encuentro su calidad aflora. En el minuto 37 apareció de la nada, desde segunda línea, y en el punto de penalti, con una tranquilidad pasmosa controló la pelota y la puso donde Agayev no pudo llegar gracias a un disparo sutil. En el resto del partido repartió buenos detalles.

El protagonismo en la primera parte lo llevaron Tiago y Adrián. Al primero le anularon un gol por fuera de juego y estuvo cerca de marcar en un córner. El asturiano falló en un mano a mano. Ambos quieren volver a recuperar su sitio en el equipo. El portugués, tras las lesiones sufridas, reapareció dos meses después y se está preparando para llegar en condiciones óptimas a la final. El delantero busca su buen juego perdido en los últimos meses. Ante Sevilla y Real Madrid ha dado varios destellos de calidad y se le espera en Coruña, donde será titular en la que fue su casa ante la ausencia de Diego Costa. Al que quisieron ver los espectadores del Tofig Bakhramov fue a Arda, el ídolo local. No pudo ser por su esguince de tobillo, pero el turco devolvió a los hinchas todo el cariño antes del encuentro acercándose a ellos y saludándolos. Villa joven perla de la cantera rojiblanca debutó con el primer equipo como titular.

En la segunda parte el Cholo sacó la artillería pesada: Diego Costa. El brasileño parece no entender de amistosos u oficiales: pelea, corre, protesta, aprieta, presiona, dispara… Siempre como si de tres puntos o un título se tratase. Pura filosofía Simeone. El primer balón que tocó fue una jugada de peligro dentro del área que disparó Óliver y Agayev despejó a córner. Ahí comenzó la exhibición del portero local. Fue capaz de evitar dos goles cantados ante Raúl García y Diego Costa. Incluso también repelió otro duro disparo de Raúl García con los puños. Pero para el centrocampista a la tercera fue la vencida. Mario, sólo ante el portero se la cedió para que hiciera el 0-2 a placer. El 0-3 también lo certificó el en una semitijera, vengándose así del portero Agayev.