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VALLADOLID-SEVILLA

El Sevilla se aleja de Europa y el Valladolid vislumbra la salvación

Javi Guerra adelantó al Valladolid y Negredo empató de penalti aunque el vallecano desaprovechó alguna opción más de gol que le pudo dar el triunfo a los de Emery.

Negredo ante Rukavina.
Negredo ante Rukavina.R. GarcíaEFE

Valladolid y Sevilla sumaron un punto cada uno después de un partido con muchas alternativas, en el que Guerra adelantó a los pucelanos y Negredo empató de penalti dudoso en la segunda parte. De esta manera, los blanquivioletas llegan a los 40 puntos y acarician un poco más la permanencia, mientras que los sevillistas se van con poco botín para seguir peleando por los puestos europeos y continuan con sus malos números a domicilio. En 17 encuentros lejos de su estadio sólo han conseguido ganar uno, en el mes de septiembre.

El Valladolid sacó petróleo en la primera parte gracias a una jugada en los últimos minutos en la que los honores son para Guerra, pero en la que Ebert lo hizo casi todo. Robó un balón en la frontal del área de Jaime, la sacó de la zona peligrosa, se apoyo en Óscar en el círculo central, que se la devolvió enseguida, y metió un pase interior en la carrera del delantero blanquivioleta que la picó fenomenal sobre la salida de Palop. Pim, pim, gol. Eso fue lo más destacado de la primera parte, porque el resto fue un partido bastante malo en el que las defensas, muy adelantadas, se imponían a los tímidos intentos de jugar de los atacantes. El fuerte viento, que soplaba entonces a favor del Valladolid, no ayudaba, pero en vez de rasear el esférico, unos y otros se empeñaban en jugar balones aéreos, lo que impedía que hubiese cuatro pases seguidos. Guerra acertó en el único disparo entre los tres palos de los locales, mientras Jaime impidió que los dos lanzamientos sevillanos no fueran gol. Primero impidió el tanto de Navas con un gran escorzo y después detuvo un lanzamiento a bocajarro de Fazio.

En la segunda parte, Émery cambió el dibujo de su equipo con la entrada de Alberto y Perotti dejando sólo a tres jugadores defensivos en el campo y lanzándose sobre la portería de Jaime. De esta manera, los sevillanos empezaron a acumular ocasiones, sobre todo, en la cabeza y los pies de Negredo que se encontró con un Jaime espectacular. Sólo le pudo batir en un penalti muy dudoso. Coke corrió en paralelo a la línea de fondo y su centro golpeó el pie de Valiente y de ahí el balón tocó en el brazo del defensor. Undiano no lo vio, el línea sí y el temor a que los llantos sevillistas tuvieran consecuencias se hicieron realidad.

Antes de eso, el delantero del Sevilla tuvo una grandísima ocasión cabeceando solo ante el portero del Valladolid, pero su remate se fue al cuerpo de Jaime. Con el empate, los dos equipos se hicieron más fuertes en sus ideas. El Sevilla se lanzó en un ataque, casi, suicida ya que el empate le valía de poco, mientras que el Valladolid buscaba una contra definitiva. Ahí volvió a aparecer la raza y el carácter de Patrick Ebert que en un minuto disparó al larguero y probó desde lejos a Palop. Un desafortunado Negredo volvió a gozar de otras dos oportunidades, pero la primera se fue fuera y la segunda la paró, de nuevo, Jaime, convirtiéndose en su pesadilla personal ayer. También lo intentó desde lejos Navas, que tampoco logró sorprender al portero del Valladolid. Parecía que la tendencia arrastraba al Sevilla a la victoria y, sin embargo, la ocasión más clara para desnivelar el partido la tuvo al final Guerra. Ebert casi sobre la línea de fondo, pegó el balón de volea, fuerte y en paralelo a la portería, Guerra sobre la línea de gol no pudo controlar el esférico, sólo colocar el muslo y el balón se fue por encima del larguero. De esta manera, el partido acabó con un empate que dejó más satisfechos a los locales que a los visitantes.