Esnáider se estrena ante un rival que terminó con nueve

El Córdoba consiguió su doble objetivo en el partido ante Las Palmas. Por una parte, se reconcilió con su afición y por otra, dejó sellada la permanencia en la categoría, después de una racha negativa de ocho derrotas en los últimos diez partidos. Ayer ganó con una facilidad pasmosa a un rival que tiró el partido en la primera parte con dos expulsiones en apenas dos minutos. De todos modos, ambos equipos cambiaron los papeles y los blanquiverdes volvieron a mostrar esa ambición que parecía olvidada, ante un rival sin sangre y poco motivado, a pesar de que tiene el playoff a tiro.

El partido se puso de cara muy pronto. Lo que tardó López Garai en conectar un buen cabezazo a la salida de un córner. Siete minutos y el Córdoba ya ganaba, aunque lo más importante es que calmó esa ansiedad que se había instalado peligrosamente en el estadio desde hace tiempo. Pero si el gol puso el partido de cara, mucho más en los minutos que van del 18 al 22. Las Palmas se quedó con nueve jugadores por las expulsiones (rigurosas) de Castellano y Hernán. Al cuadro canario solo le quedaba encajar un gol más y lo hizo en el minuto 27 tras un testarazo de Xisco. Demasiadas cosas en contra para unos y muchas a favor para los otros. A partir de ahí, el cuadro local jugó a placer ante un rival que no quiso perderle la cara al encuentro. Eso dice mucho de la mentalidad ganadora de Las Palmas.

Por lo demás, poquito fútbol en la primera parte. Tímidos acercamientos del Córdoba, una ocasión clara de Xisco y poco más. Si no fuera por los goles, habría sido un primer tiempo más bien aburrido.

Tras el descanso, el equipo canario salió dispuesto a intentar la heroicidad de sumar algo y por momentos pareció conseguirlo. A los 10 minutos Thievy conectó un buen disparo y le puso picante al choque con el gol que acercaba a los suyos en el marcador. Con nueve, Las Palmas hizo lo más difícil, meterse en el partido. Pero la alegría duró muy poco porque un minuto después, Armando sentenciaba el choque con un gol de cabeza a la salida de un córner. Un tanto que cayó como un jarro de agua fría en los de Lobera y que terminó definitivamente con cualquier atisbo de reacción. A partir de ahí, el Córdoba jugó a placer y amplió el marcador con un golazo de López Silva desde fuera del área y otro de Fede Vico, que puso la nota emotiva al dedicárselo a su abuelo, fallecido el pasado viernes.