CELTA 2 - ZARAGOZA 1
Bermejo resucita al Celta en el minuto 92 y sentencia a Jiménez
Un gol del delantero local en el último suspiro saca al Celta del puesto del colista, que ahora ocupa el Zaragoza. Antes marcaron Sapunaru y Álex López.
La vida cambia en segundos. El Celta estaba muerto y Jiménez salvado. Bermejo lo cambió en un suspiro. El Celta salió más nervioso, consciente de que era su primer match-ball de la temporada. Y eso que Álex López, el corazón y la cabeza del equipo vigués ayer, tuvo su primera oportunidad a los tres minutos. El ferrolano desaprovechó el libre directo al borde del área. Poco después, Pintér probó a Varas con un gran zapatazo, aunque muy centrado. Álex volvió a tener en sus botas el gol, pero el pie de Roberto evitó un tanto cantado.
Cuando mejor estaba el cuadro olívico, asestó el Zaragoza un golpe bajo. Falta lateral, centro de Apoño al corazón del área y cabezazo de Sapunaru a la red. No necesitaron mucho los maños para herir a los locales. La grada comenzó a perder la paciencia y los primeros silbidos se dejaron escuchar. Los de Abel Resino estaban muy tocados. Sólo el imperial Álex López era capaz de tirar del carro. El medio, tras jugada personal, lo volvió a intentar desde lejos sin fortuna. Los aragoneses estaban en su salsa y amenazaban con matar a la contra. No fueron capaces y Augusto se inventó un genial centro que, esta vez sí, aprovechó el omnipresente Álex. El tanto dio alas al Celta, que asedió al Zaragoza en los minutos finales de la primera parte.
Tras la reanudación, el conjunto gallego siguió con el mismo guión, pero faltó puntería. Sólo los centros de Apoño y la falta de tiempo inquietaban a los vigueses. Con el paso de los minutos, los nervios afloraban en la parroquia local, que veía como el punto era insuficiente. Abel sacó toda su artillería, mientras Jiménez intentaba aguantar en la trinchera. Ya con el agua por encima de la cabeza, sin respiración, apareció Mario Bermejo. El cántabro marcó en el descuento el gol de la esperanza celeste.