El Sabadell aguanta con nueve las embestidas del Recreativo

El partido arrancó con el Sabadell dispuesto a llevar la iniciativa ante un Recre que le esperó paciente, excelentemente ordenado, y mostrando sus virtudes a los pocos minutos de empezar el partido. Las transiciones de los andaluces, rapidísimas, exigieron mucho a una zaga arlequinada que no pasa por su mejor momento, y a la que la libertad de los delanteros onubenses acabó de desesperar. El Sabadell lo intentó con más ganas que fútbol, pero una perdida en la salida de balón, algo innegociable para Carreras, marcó la primera parte. Chuli logró recibir el pase, colarse entre Paz y Samu de los Reyes y fue derribado dentro del área. El colegiado interpretó que la falta se había cometido al borde de la misma, un alivio que no le duró al Sabadell ni 30 segundos, pues Samu fue expulsado. Empezó a calentar inmediatamente Uli Dávila, y más de uno pensó en un rápido cambio por Aníbal para aprovechar la velocidad del primero en un partido que se preveía complicado y que se podría decidir a la contra. Y nada más lejos de la realidad pues en la siguiente jugada Aníbal, con su décimo gol del curso, adelantó al Sabadell con un gran cabezazo. Mención aparte merece el centro de Óscar Ramírez, pues le sirvió a su compañero un balón de oro.

La lástima para el Sabadell, o la alegría para el Recre, la puso Jonathan Valle, que igualó el partido al linde de la media parte. El futbolista recortó en el borde del área y disparó, seco, al palo del portero. Golazo, que pilló por sorpresa no solo a Nauzet, sino a toda la parroquia arlequinada que aún celebraba el tanto de Aníbal. Y aún pudo aumentar distancias el Recre antes del descanso, pues una jugada muy parecida al gol del Sabadell, y rematada por Chuli, a punto estuvo de suponer el segundo tanto visitante. Una providencial mano de Nauzet, en una jugada de videoteca, evitó el desastre.

 Tras el descanso, el Recre fue decididamente a por el partido. Desde que pitó el árbitro dominó claramente el encuentro y, consciente de su superioridad numérica, se fue arriba. En los diez primeros minutos ya obligaron a Nauzet a lucirse, sobre todo en un mano a mano ante Chuli, que remató a la media vuelta. Los arlequinados trataban de superar la primera línea de presión sacando el balón más en largo de lo que les es habitual, cuando una decisión arbitral volvió a dejarles petrificados. Juanjo vio una amarilla por juego peligroso que, al ser la segunda, le valió su expulsión. Con nueve hombres y más de media hora por delante Carreras movió el banquillo, dio entrada a Juvenal y trató de apuntalar al equipo con dos líneas de cuatro muy juntas. Sin delanteros, ni tampoco ningún jugador demasiado alejado de su propia área, el Sabadell se preparó para aguantar la embestida del Recre. Y pese a que los andaluces apretaron, y gozaron de ocasiones, el Sabadell no se rindió. Las ganas y la fe de Lanzarote permitieron soñar al Sabadell con la victoria, pues fue prácticamente el único que cruzó el centro del campo. El Recre bombardeó a base de centros laterales el área bien defendida por Nauzet y, pese a la constante retahíla de ocasiones, tampoco generaron un peligro enorme. Constante sí, pero no grande y, sin ocasiones claras a excepción de una en el 94’, el Sabadell logró empatar el partido que se le había puesto muy cuesta arriba.