La única obsesión azulgrana es ponerse a punto para el Bayern

Nadie lo dirá en voz alta, pero con el 0-3 del pasado domingo en Zaragoza, el Barça dio por finiquitada la Liga. En el vestuario azulgrana existe el convencimiento de que la distancia de 13 puntos con respecto al Madrid -a falta de siete jornadas por disputarse- es suficiente como para poder centrarse en el otro gran objetivo de la temporada: la Champions League.

La plantilla azulgrana descansó ayer, lo volverá a hacer hoy y a partir de mañana se centrará única y exclusivamente en preparar el encuentro del día 23 en Múnich ante el Bayern. Antes de esa cita, el Barcelona tiene dos partidos: el de mañana de Copa Catalunya frente al Nàstic -que lo jugará el filial o una nutrida representación del mismo- y el del próximo sábado ante el Levante en el Camp Nou. El encuentro ante el conjunto granota servirá de banco de pruebas con vistas al duelo frente al Bayern.

Sin riesgos.  El objetivo de Vilanova hasta entonces será el de preparar física y mentalmente a su equipo, así como evitar posibles percances en forma de lesiones. Pese a que en ningún caso arriesgará más de lo necesario, Tito también utilizará ante el Levante a futbolistas importantes de la plantilla a fin y efecto de que lleguen al encuentro en el Allianz Arena con el suficiente ritmo competitivo.