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ZARAGOZA-BARCELONA

Tello y Thiago dirigen el paseo del Barça en La Romareda

Los catalanes tienen la Liga más cerca después de desarbolar a un Zaragoza que tiene muy mala pinta. Tito pudo dar descanso a la mayoría de titulares indiscutibles

Tello celebra el 0-3 del Barça.
Tello celebra el 0-3 del Barça.Alberto EstévezEFE

El FC Barcelona ya huele el título de Liga y tiene la meta más cerca después de pasar una tarde plácida en La Romareda ante un Zaragoza que va camino de la cadena de desguace. El 0-3 que reflejó el marcador resume el partido que ansiaba el Barcelona y que a la vez fue la peor pesadilla para los locales. El Barça dejó a la mayoría de las vacas sagradas en Barcelona y puso al mando de las operaciones a los meritorios, que en su mayor parte, se bastaron y se sobraron para desmontar al equipo aragonés, que evidenció estar una situación crítica.

Con Thiago Alcántara haciéndose cargo de la sala de máquinas y Cristian Tello ejerciendo de estilete, el Zaragoza se deshizo ante un Barcelona que va tan lanzado hacia el título de Liga como su rival baja hacia el abismo con los frenos rotos. Se avecina tormenta sobre el Ebro.

Tras un inicio de partido en el que la torpeza fue el denominador común en ambos bandos con lo que el público se temía un peñazo de partido, emergió Thiago Alcántara, perdido en otras situaciones para decir “aquí estoy yo” y asumir los galones que nadie se atrevía a tomar. El joven centrocampista del Barça, que otras veces dejó pasar la oportunidad de triunfar en ausencia de los titularísimos, se hizo con el control del partido de cabo a rabo, en todas sus facetas. En la recuperación, en el pase y en el gol.

Así, a los 20 minutos, el Barça se disfrazó de Madrid y aprovechó un saque de esquina en contra para desplegar un contragolpe en el que Thiago se cruzó el campo , se apoyó en Alexis para batir a Roberto.

Una vez el Barça marcó el primer gol, al Zaragoza se le apagó la luz y al Barça se le abrió un camino de flores para sumar tres puntos que le dejan la Liga a la vista. Antes de que acabara la primera parte, Tello, que volvió a reivindicarse como el extremo con el colmillo más afilado de los que visten la camiseta blaugrana, aprovechó otra asistencia de Thiago para marcar el 0-2 y dejar el partido cerrado.

En la segunda parte se repitió el argumento. El Zaragoza fue un monumento a la impotencia futbolística ante la indignación de la parroquia local que, con razón, se teme lo peor. El Barcelona, en cambio, incluso poniendo el modo Champions de reposo activo amplió la ventaja en el marcador gracias a un tercer gol en el que Tello retrató cruelmente a Loovens. Antes, Alexis había disparado al larguero en una vaselina propia de un jugadorazo. El brote verde chileno.

Con el 0-3 en el marcador, el Zaragoza ya tiró la toalla, Xavi emergió como el dueño de la pelota y Manolo Jiménez empezó a pensar más en la final de la semana que viene ante el Celta que en levantar el encuentro. Retiró a Postiga e incluso La Romareda, estadio nada complaciente para con el Barça, tributó sendas ovaciones a Xavi cuando se retiró del campo y a Villa y Abidal cuando ingresaron en él. Las únicas broncas fueron para sus jugadores y para el árbitro que se comió un penalti de Montoya a Rochina. Y así, sin agobios, tomó el Barça aire en Zaragoza a la espera del Bayern. Lo del Zaragoza, en cambio, es muy preocupante.