Baptista abre la lata de Osasuna en el ‘maldito’ minuto 93

El Málaga se llevó los tres puntos en la misma franja horaria en la que, pocos días antes, el Borussia y su lugarteniente Thomson provocaron las lágrimas para miles y miles de malagueños. Cuando el partido olía a empate Baptista, que había tenido un duelo desequilibrado con el estupendo Andrés Fernández se tomó su revancha en pleno minuto 93. Osasuna, que había trabajado pensando en el empate, se quedó sin un punto que sin duda peleó.

Con las heridas aún manando sangre tras el navajazo deportivo de un señorito de Escocia llamado Craig Thomson, el Málaga salió como un torbellino. En 20 minutos Andrés Fernández había hecho dos grandes paradas, una a Baptista y otro a Saviola. Además, ocho córners. Osasuna abrió el paraguas porque le entraba agua por todas partes. A los 32 minutos Saviola estrelló en el palo un balón procedente de una recuperación increíble de Iturra. El Málaga jugaba muy bien, pero no puntuaba.

Osasuna se quitó el impermeable y dio el primer susto. Caballero sacó una prodigiosa mano a Álvaro Cejudo, que se quedó en buena posición tras ser asistido maravillosamente por Kike Sola. Minuto 39 y Armenteros tuvo el 0-1, dos minutos después, tras recoger un balón mal despejado por Weligton. Osasuna seguía igual yLa Rosaledaestalla por un posible penalti de Arribas a Saviola. Jugada complicada de juzgar, pero que provoca en la sufrida gente malaguista lo que ya se conoce como el ‘Síndrome de Thomson’.

Joaquín destapaba todo lo mejor de su repertorio, pero Baptista, haciendo de ariete tradicional, no tenía la velocidad adecuada para complementar a los arquitectos de su equipo. Lo mismo le pasó a Saviola que vio como Andrés, un portero excepcional, le desbarataba otro uno contra uno. El Málaga bajó. Con el de ayer, lleva jugados esta temporada 49 partidos oficiales. Y compite como un león.

Disparo de Baptista (minuto 71) y de nuevo don Andrés. No era la noche deLa Bestia, que empezaba a desesperarse con el inexpugnable portero de Osasuna. Pero cuando parecía que el 0-0 sería el epílogo de la batalla,La Rosaledaestalló. Los partidos pueden durar 93 minutos para bien o para mal. Así es el fútbol.