Mucho más que un derbi

La fiesta más fiestera a los pies de La Giralda se inicia el lunes, y en medio del aroma a manzanilla se cuela otro perfume, que comienza oliendo a canguelo y suele terminar con guasa: el derbi sevillano. Los miedos y las ilusiones vienen muy repartidos esta vez. El Sevilla necesita ganar para seguir mirando a Europa; el Betis, instalado ya en zona noble, puede cargarse de razones para la Champions si derrota a su rival, pero si pierde reabrirá la profunda herida que le dejó la manita (5-1) de la primera vuelta en el Pizjuán.

Atrás es donde más dudas acumulan ambos entrenadores. Fazio, bigoleador en la primera vuelta, necesita acompañante en la zaga. Si Apelación no perdona a Navarro, Emery deberá decidir si colocar a un acompañante natural, Botía, otro que no viene contando, Cala, o una apuesta que parece más segura pero que también mermaría su centro del campo: el chileno Medel. Mel lo tendrá más claro esta mañana, cuando Nacho le haga una última prueba a su espalda. Si no responde, Álex Martínez se enfrentará a Navas.

Duelo de artilleros. La previa viene marcada por el duelo entre los actuales máximos goleadores españoles, Negredo (17 tantos) y Castro (15). Vallecano y canario coronan los onces de dos equipos pensados para atacar defendiendo poquito. Tradicionalmente, los derbis sevillanos son partidos trabados, pero los dos últimos precedentes (el 5-1 y el 1-2 de Beñat) indican que en la valentía reside el éxito. La especulación condena a un Sevilla de Champions en su campo y de descenso a domicilio. A pocos metros del Pizjuán, la respuesta debe parecerse más a la de casa que a la de fuera.

Más allá de aspiraciones y orgullo, el reto principal de muchos sevillanos es que el resultado de hoy no les corte el rebujito. Los feriantes más ortodoxos, clavel en solapa, firmarían sin dudar el empate mientras abrazan al enemigo en dirección al Real: "Ni pa ti, ni pa mí y tranquilo: yo pago la próxima". Es el derbi. Es la Feria. Es Sevilla.

Mel desmiente que sea 'amigo' del colegiado Del Cerro Grande

Pepe Mel ha tenido que desmentir durante toda la semana las informaciones, recogidas por varios medios, sobre su presunta amistad con el colegiado que arbitra el encuentro de esta noche, Del Cerro Grande. "Eso es una infamia; me he cruzado dos veces con él y apenas hablamos durante un minuto, como con otros árbitros como Undiano o Muñiz", asegura el entrenador del Betis. Con el madrileño, eso sí es verdad, los verdiblancos han ganado ocho veces de 11, aunque la mayoría de ocasiones en Segunda. Ahí, el Betis era el rival a batir.