Eric Abidal le debe una visita a Wembley a Tito Vilanova

Abidal explicaba ayer en la presentación del noveno volumen de 'Relatos Solidarios del Deporte' que si algo ha aprendido durante su convalecencia de un cáncer y su trasplante de hígado es que "no hay nada imposible, hay que luchar". El defensa francés se ha dejado embarcar en una nueva lucha: derrotar a la fibrosis quística. Por eso no dudó un segundo cuando un grupo de periodistas le pidió que apadrinara el nuevo libro de relatos que desde el año 2005 publican con la inestimable ayuda, entre otros, de El Corte Inglés y de Banco Sabadell y cuya recaudación irá destinada íntegramente a luchar contra esta enfermedad.

Pero más allá de este reto, Abidal explicó ayer en la presentación del libro que se siente en deuda con su jefe, con Tito Vilanova. Siente que le debe una visita a Wembley. El mismo escenario donde hace dos años, Abidal volvió a jugar después de que se le detectara un cáncer y tuvo el honor de levantar la Champions League tras el magnífico gesto de Puyol, que renunció a su derecho de alzar el trofeo en favor de Abi.

"Nuestro objetivo es llegar a Wembley por Tito. Como decís por aquí, hay que jugar la final sí o sí. No se trata tanto de llegar por el equipo sino de llegar por Tito, la lástima es que él no pueda jugar unos minutos porque se lo merecería", explicó el defensa galo.

Abidal, que tras recibir un trasplante de hígado volvió a jugar hace diez días un partido oficial, lamentó que el gobierno de España "haya aprobado un recorte de un 20 por ciento en el presupuesto de las partidas dedicadas a trasplantes. Hay que ayudar, no recortar".

"No me echarán". Éric, que acaba contrato a final de temporada explicó que su única intención a día de hoy es la de "seguir jugando al fútbol, yo quiero seguir, pero si me echan...bueno no creo que me echen. En serio, al final decidiré yo pero de momento, me gustaría seguir en Barcelona donde mi familia y yo estamos bien en Catalunya. Mi vida normal es el fútbol".