Berges en su despedida pide unidad al club para ascender

El hasta ayer entrenador del Córdoba CF, Rafael Berges, se despedía hoy del cordobesismo en una rueda de prensa propiciada por el propio club en la que el preparador cordobés ha pedido "unión" a todo el entorno de la entidad, para que algún año el equipo pueda ascender a Primera División.

Berges, destituido ayer como técnico y al que sustituye en ese cargo el argentino Juan Eduardo Esnáider, ha indicado que "hay que hacer un examen de conciencia y remar todos juntos", porque "si no hay unidad, será la batalla de unos contra otros", puesto que "si no se está unido, eso es fastidioso para un club".

"Cuando nos concienciemos de eso se podrá subir, porque potencial hay", ha asegurado el entrenador y exjugador cordobés, aunque ha matizado que "Córdoba no es una ciudad fácil futbolísticamente", al margen de que, en general, "todo el mundo dice que no se valora lo propio, pero no se hace nada para cambiarlo".

“Durante estos nueve meses la convivencia no ha sido normal aquí dentro, ya que ha habido muchas situaciones exteriores que no han favorecido la convivencia normal de un equipo de fútbol" desvelaba el extécnico cordobes.

Ha añadido además que todo lo sucedido le ha servido para mejorar como entrenador, para madurar y coger la experiencia que hubiera tardado cuatro o cinco años en ganar en otro sitio, con lo que aseugraba que: "Mi carrera empieza ahora. Espero que lleguen oportunidades".

Berges, que relevó esta temporada a Paco Jémez como técnico del Córdoba tras ser contratado el canario por el Rayo Vallecano, ha declarado que "desde el principio ha sido una situación muy difícil y complicada", al argumentar que se encontró con un grupo que "necesita más cariño que palos en la cabeza".

"Tras la marcha de Paco fue como si yo tuviera que sustituir a Guardiola sin Iniesta, Xavi y Messi, porque convivir sin Charles, Borja García, Ximo Navarro o Hervás en la plantilla, gente importante en esta categoría, era muy difícil", destacó.

El ex técnico blanquiverde no considera que nadie le haya fallado, simplemente que "esta profesión es muy jodida" y que a veces los entrenadores se encuentran muy solos. Sin embargo quiso dejar claro que siempre se sintió muy valorado por su presidente con el que ha mantenido una relación de “amor y odio”.

"Hemos discutido mucho, pero estoy seguro de que a Carlos González le habrá costado muchísimo tomar la decisión de que no siguiera", precisó el técnico, medida que ha dicho que no comparte pero respeta, porque la figura del presidente tiene siempre mucha presión encima.

Berges defendió que el equipo "hizo cosas más buenas que malas" y por ello se marcha "con hambre de seguir": También ha dicho que si hubieran ganado en Guadalajara estarían a seis puntos de El Alcorcón, y hubiese ayudado a apaciguar la situación, a pesar de recordar también que llegar a los octavos de final dela Copa"restó tener algún punto más en la primera vuelta".