MALLORCA
24 partidos encajando goles hunden a los bermellones
Con este agujero atrás, el Mallorca ya es el equipo más goleado de Primera División, compartiendo el dudoso honor con el Deportivo: 63 goles recibidos.
Por primera vez en lo que va de temporada, el Mallorca es el colista de la Liga BBVA. Entre otros defectos, el que más ha contribuido a que acabe en lo más bajo de la tabla es la facilidad en la defensa que ofrece a todos sus rivales. Los de Manzano, ayudados también por la cifras de Caparrós, acumulan ya 24 partidos consecutivos encajando goles. La última vez que el equipo balear dejó su portería a cero fue en la quinta jornada y, desde entonces, se ha convertido en un auténtico chollo para las delanteros de sus oponentes.
Los números hablan por sí mismos. Tras aquel partido ante el Valencia de septiembre de 2012, el conjunto insular ha recibido cuatro manitas, de las que tres han sido en la Liga ante Real Madrid, en dos ocasiones, y contra el Barcelona el pasado sábado. La otra fue en Copa frente al Sevilla.Mientras, dos equipos le han marcado cuatro goles, Levante y Barcelona; y siete le han marcado tres: Sevilla, Deportivo, Getafe, Real Sociedad, Málaga, Espanyol y Valladolid.
Con este agujero atrás, el Mallorca ya es el equipo más goleado de Primera, compartiendo el dudoso honor con el Deportivo: 63 goles recibidos. Una cifra que, en el último ciclo rojillo en la máxima categoría desde la temporada 97-98, sólo fue superado en la 03-04, ya que encajó 66. Esta cantidad, con toda certeza, va a ser superada en próximas jornadas, por lo que la actual será la peor temporada bermellona en este aspecto en la últimas 16 campañas.
No era colista desde la jornada 22 de la 08-09 con Manzano
Hacía cuatro años que el Mallorca no ocupaba la última posición de la tabla de Primera. La última vez fue en la jornada 22 de la temporada 08-09, curiosamente también con Gregorio Manzano como entrenador. Entonces el equipo insular reaccionó a tiempo pasa salvarse de desastre y acabó el curso en la mitad de la clasificación. En esta ocasión, el Mallorca se asoma al abismo a sólo ocho jornadas del final, aunque a su favor juega que únicamente le separan tres puntos de la zona de la permanencia. Para empezar a recortar distancias, los dos partidos consecutivos en casa que se avecinan ante Celta y Rayo se antojan decisivos si quiere evitar el temido descenso.