La Real, de Champions, aniquila sin piedad al Málaga B

La Real Sociedad se paseó ante un Málaga que sólo pensó en su partidazo del martes contra el Borussia Dortmund. Sin sus pesos pesados, los de Pellegrini fueron un pelele en manos de un anfitrión que solucionó el asunto en nueve minutos de inspiración y caos malagueño.

Pellegrini reservó a siete de los titulares que lidiaron el miércoles contra el Borussia Dortmund. Sólo repitieron Antunes, Iturra y Weligton, sorprendiendo la titularidad de Carlos Kameni, con Willy Caballero, héroe y Zamora, en el banquillo junto a Isco, Toulalan, Gámez o Baptista, con Demichelis y Joaquín en la grada. Casi nada. La Real salió con casi toda su nobleza excepto Xabi Prieto, con problemas físicos.

El primer susto vino de manera absurda. Kameni golpea un balón que pega en la espalda de Agirretxe y sale disparado, rozando el larguero. El camerunés no transmitía precisamente tranquilidad que do minutos después ponía de los nervios a los suyos regateando al 9 realista. Y él, tan campante. Lo peor estaba por llegar.

Griezmann, a los 19 minutos, estrelló el balón en el laguero. La jugada termina en córner que Agirretxe remata sólo. Kameni detiene como puede y Carlos Vela, sólo, la empuja a la red llenando de alegría al público de Anoeta y pasando a la maravillosa historia de la Real como el autor de su gol número 3.000.

Sólo tres minutos después. Alberto de la Bella, desde fuera del área, soltaba un soberbio zurdazo raso que superaba al apurado camerunés. 2-0. Es su tercer gol. La Real volaba y el Málaga, cuyo fortaleza anda en su defensa, era un coladero. Irreconocible y absurdo.

El éxtasis local y debacle visitante llegaba a los 29 minutos El francés Griezmann se marcha, con pasmosa facilidad de Sergio Sánchez y cruza ante un cariacontecido Kameni anotando el increíble y escandaloso 3-0. Una Real de Champions barriendo al Málaga B. Y la asombrosa sensación de ver la comodidad con que jugaban los guipuzcoanos ante un adversario sin nervio ni mentalidad.

A los 43 minutos, Pedro Morales maquilló parcialmente el desastre. Pedro Morales. Tras recoger un rechace de Carlos Martínez, dispara sin parar. Su compatriota, Claudio Bravo se confía y el cuero le supera. Se llega al descanso con un explícito 3-1.

El naufragio malaguista sumaba y seguía. Minuto 51. Iñigo Martínez incrustaba en la red otro balón procedente de un córner, ante la pasividad de la defensa malaguista y el descoloque de Sergio Sánchez que no hizo ni ademán de impedir el comodísimo cabezazo del central.

La recta final sobraba. La Real Sociedad, andando, creaba problemas. Un disparo de Carlos Vela se estrellaba en el poste derecho de Kameni tras rebotar en el desafortunadísimo Sergio Sánchez. Tras esta jugada el estupendo mexicano se fue lastimado, entrando en su lugar Estrada.

En el minuto 69 un buen centro de Antunes (de lo poco salvable del Málaga en su horrenda tarde) es bien rematado por Roque Santa Cruz al fondo de la red dejando el 4-2 definitivo. Es el sexto gol del paraguayo. Sombra aquí, sombra allá, pero al menos maquillaje parcial.

Y punto final. La Real Sociedad se consolida como equipo de Champions y mantiene en crecimiento su admirable temporada. Y el Málaga, con su alma en Alemania, donde lo deberá hacer mucho mejor que hoy.