Entre Europa y la cuenta atrás

El Barcelona empieza hoy ante el Mallorca en el Camp Nou lo que se supone que debería de ser el inicio de la cuenta atrás de cara al título de Liga. El Barça está a cinco partidos de ganar la Liga, exactamente, los que debe de jugar ante su público. Si suma los quince puntos en juego en su estadio, se proclamará campeón independientemente de lo que hagan Real Madrid y Atlético. Por tanto, hoy es el primer peldaño del último tramo de escaleras.

Pero resulta que a estas alturas de la competición, el Barça anda cogido con alfileres entre bajas y sanciones. Y además, como que la trayectoria del equipo permite ciertos alardes en la alineación, lo prudente sería priorizar el reposo de los que quedan sanos (o medio sanos) de cara al partido del miércoles de cuartos de final ante el PSG. Dicha circunstancia le da vidilla al Mallorca, que anda chapoteando en la ciénaga de los puestos de descenso, pero con esperanzas de salvarse, porque está a una victoria de sacar el cuello de la zona crítica.

El Celta, hace una semana, ya se aprovechó de que los de Vilanova estaban más pendientes de Ibra y compañía que de lo que se cocía en Balaídos y sacaron un punto. La historia de la Liga está repleta de equipos que han basado su arreón final en el despiste de los grandes, ya sea porque habían ganado el título o porque miraban a Europa. Los de Manzano esperan aprovecharse esta noche un poco de las dos circunstancias.

Especialmente, porque el Barça no se va a cortar a la hora de hacer rotaciones de cara a este partido.

Unas son obligadas, como las de Valdés, Puyol, Mascherano o Messi; otras preceptivas como las de Xavi, Iniesta o Pedro y faltan las dudosas, como las Piqué o Alves, que llevan muchos kilómetros en el motor. Por tanto, es la hora de nuevo de que los que quieren opositar.

Hazaña.  Gregorio Manzano es gato viejo y especialista en dar sustos a domicilio cuando menos se le espera, además no tiene otra opción. Reconocía que la hazaña del Mallorca pasa por hacerlo todo bien y que el Barça no tenga el día, pero a su favor juegan muchos factores que él sabe aprovechar como nadie.