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VALENCIA

Llorente deja la presidencia al discrepar con la Generalitat

Decide marcharse porque la Generalitat valenciana le impone once patronos que supervisarán todas las decisiones del Consejo. "Dos no riñen si uno quiere", dijo.

Valencia
Llorente, antes de comenzar la rueda de prensa en que anunció su dimisión.
DAVID GONZALEZ

Manuel Llorente, presidente del Valencia, presentó su dimisión en la tarde de este viernes. Llorente no compartía la decisión de la Generalitat de nombrar once nuevos patronos de la Fundación, máxima accionista del club, para supervisar todas las decisiones del Consejo de Administración y por ello tomó la decisión de irse. Ahora se convocará una junta general de accionistas para la elección de un nuevo Consejo. Fernando Giner será el presidente protocolario en los partidos.

La Generalitat valenciana nombró a los once patronos de la discordia el pasado miércoles. Llorente amenazó con elegir él a otros quince, pero finalmente decidió arrojar la toalla durante el Consejo de Administración que celebró hoy.

Fue la propia Generalitat, junto con Bancaja, quien impulsó a Llorente hasta la presidencia, como relevo de Vicente Soriano, en 2009. Una de sus primeras decisiones fue una ampliación de capital por valor de 81 millones mediante un préstamo concedido a la Fundación. Su mandato debía concluir en 2014.

"Me voy con la conciencia del trabajo bien hecho", dijo en una rueda de prensa que interrumpió, emocionado y con lágrimas en los ojos, en varias ocasiones. "Cogimos un club que estaba en situación bastante precaria y dejamos uno que está mucho mejor que en aquel 7 de junio de 2009, cuando llegamos a la presidencia. Ahora somos un club respetado en las instituciones futbolísticas europeas y que era el octavo, hasta hace meses, en la calificación de la UEFA. La situación aún es delicada y mejorará". "Es un día duro", reconoció, "y me emociono pensando en lo que ha sacrificado mi familia".

La decisión

Llorente dijo que tomó su decisión en las últimas 24 horas: "El momento llegó cuando se dijo que echaba un pulso a la fundación y que iba a nombrar patronos para eso, que estábamos estorbando. Entonces puse de acuerdo a mi yo bueno y a mi yo malo y anoche tomé la decisión. Llorente no quiere aferrarse al sillón. Tras escuchar al presidente de la Fundación entendí que comenzaba otra época, que se definía un escenario nuevo en el que podían formarse dos consejos paralelos y eso no lo puedo consentir. Hablé con el presidente de la Generalitat, pero la decisión ya estaba tomada. Dos no riñen si uno no quiere". 

"Agradezco a la afición su comprensión", explicó. "También a la familia, a jugadores y a empleados. Me siento orgulloso del trabajo hecho en este club. Nada fue por generación espontánea. Hemos tenido que vender a los jugadores importantes para nivelar la economía ante una afición que es el soporte de este club y que tiene que seguir apoyando como hasta ahora, porque necesitamos entrar en la Liga de Campeones". "Espero que club y Fundación puedan arreglar los problemas", concluyó en su discurso.

De las decisiones deportivas inmediatas, como la renovación de Valverde, dijo: "Lo normal es que pongamos al corriente a la Fundación, que tiene el 70% de la propiedad del club".

"Hubiera querido terminar mi mandato, pero quizá hubiera sido en la próxima junta, en agosto. Este club desgasta mucho. Y si el futuro puede construirse desde ya, mucho mejor", recalcó.