Apoño se une hoy al grupo y el sábado saldra de inicio

Apoño, quizá el futbolista más imprescindible para Manolo Jiménez, va a seguir un plan físico especial hasta final de temporada para prevenir sus lesiones musculares y garantizar en la medida de lo posible su presencia en las nueve finales que le quedan al Real Zaragoza para lograr la permanencia. El futbolista malagueño, aquejado de unas molestias en un aductor, volvió a ejercitarse ayer en el gimnasio, pero hoy se unirá ya al grupo y estará sin ningún problema en el once titular en Riazor.

La presencia de Apoño en este tramo final del campeonato es una cuestión de Estado en el Real Zaragoza y se le va a cuidar al máximo entre semana para favorecer su presencia en las nueve jornadas que restan. El jugador combinará las sesiones de recuperación con los entrenamientos específicos y diferenciados y sí completará la parte táctica con todos sus compañeros. El plan es producto de un lógico consenso entre Jiménez y el doctor Villanueva, y tiene como gran objetivo preservar al máximo a Apoño de cualquier lesión muscular. Así que Apoño estará cada semana entre algodones para poder jugar los partidos más decisivos por la salvación.

Apoño, que reaparecía después de un mes de baja por una doble rotura fibrilar, se retiró lesionado al poco de comenzar la segunda parte del encuentro frente al Madrid, aunque todo quedó en un susto provocado por unas molestias en un aductor. Nada que ver con sus roturas en los músculos isquiotibiales.

Valerón: "Estábamos muertos y ya vemos la luz"

Si Fernando Vázquez es el guía espiritual del resurgir del Depor, Valerón es su líder en el campo. El Flaco reconoce que han salvado dos bolas de partido y que de nuevo hay esperanza. "Estábamos casi muertos, hemos resurgido un poquito y ya vemos un poco la luz. Ahora hay que seguir porque hay que intentar dar el siguiente paso el sábado ante el Real Zaragoza". Con todo, Valerón advierte que todavía queda mucho camino por recorrer. "Es verdad que encaramos la situación de menos a más, pero la única realidad es que hay que ganar partidos. Sólo hemos ganado dos y seguimos últimos en la clasificación. El déficit que teníamos era muy grande y la salvación sigue estando muy difícil". El capitán del Deportivo explica la filosofía Vázquez y el estado de ánimo actual: "Cuando los resultados son buenos, todo funciona mejor, la cabeza funciona mejor, llega la confianza. El míster lo tiene muy claro, no tenemos nada que perder y hay que ir a ganar".