Castillo: "Rosell demuestra tener raquitismo intelectual"

"Si habláis en catalán, será la gran demostración de que sentís el club, de que sóis del Barça y de que vivís en Cataluña", dijo Sandro Rosell a unos escolares. ¿Qué opinión le merece?

Es la tendencia que tiene el Barcelona a fagocitarlo todo. Solo existen ellos, y ya no en fútbol o en deporte, sino en todas las disciplinas: incluso en la vida cotidiana. Esto deja claro que Rosell forma parte de una secta. Afortunadamente, no todos los aficionados del Barça son o piensan así.

¿Es un discurso peligroso?

En el caso de Sandro Rosell,es un discurso extraño, poco coherente. Él forma parte de una clase social a la que hasta hace unos años le costaba muchos esfuerzos hablar en catalán... Y, sin embargo, ahora como presidente del Barça se apropia de la bandera, a él y a otros les encantaría que toda Cataluña formara parte de su propiedad privada. Con todo esto, lo único que demuestra Rosell es su raquitismo intelectual.

Una de sus últimas obras, una sátira escrita en verso, se titulaba El llibre dels mals catalans. ¿Lo serían los pericos según Rosell?

Afortunadamente, ni Rosellni nadie están capacitados para repartir pasaportes. En su caso, más le valdría que se preocupase por la economía de su club. Porque, pese a estas proclamas y las que quiera hacer, el catalanismo de Rosell no resulta creíble. No es un papanatas, pero lo parece.

¿Lo era más el de Joan Laporta, su antecesor?

Rosell y Laporta son tal para cual. Si no tuviera otra elección que elegir entre ambos, me quedaría con Núñez y Gaspart.

Hablemos del Espanyol. ¿Cree que el ritmo narrativo de Aguirre ha salvado el relato de esta temporada?

El mexicano ha obrado un milagro, lo está haciendo muy bien. Y Sergio García es un gran valor, marca un antes y un después en el Espanyol. Nos ha salvado el cuello esta mezcla entre veteranos, jugadores de casi 30 años que están alcanzando ahora su plenitud futbolística y los jóvenes aún en proceso de aprendizaje, como Víctor Álvarez, Christian Alfonso e incluso Casilla.

Apropiándonos del título de otra novela suya, ¿se puede vivir con 35 puntos en El mar de la tranquil.litat?

El mar de la tranquilidad está en la luna y, en ese sentido, el Espanyol sí puede considerarse a veces lunar, utópico, de otro planeta. Cada vez que se forma un equipo, se tiene que deshacer y hay que volver a comenzar. Aún recuerdo ver juntos a De la Peña, Luis García, Tamudo o Nené. No hace tanto, pero ya no queda ninguno. Pero, en fin, el estadio nuevo comporta grandes sacrificios, y enseguida se seguirán llevando a los buenos jugadores.

El Espanyol no es un club amigo del clásico final feliz...

Los sufridores no necesitamos ni queremos títulos, o ni siquiera ir a Europa, para seguir a nuestro club. Con este componente depresivo que nos caracteriza, seguiríamos al Espanyol aunque estuviera en Tercera Regional. Aunque esperemos que no suceda, no quisiera experimentarlo.