OSASUNA 0 - ATLÉTICO 2
Diego Costa lo hizo todo
El delantero brasileño marcó los dos goles del Atlético en la victoria contra Osasuna y tuvo que dejar el partido lesionado en el minuto 75. Koke fue su mejor socio.
Diego Costa, ese hombre, una vez más. Mandaba sin claridad Osasuna y El Sadar insultaba al brasileño para quitarse el frío. Respuesta: gol de Diego Costa y dedo a los labios mandando callar a la grada. Más tarde, el árbitro perdonaba una tarjeta indiscutible a Flaño por arrollar al delantero del Atleti. Respuesta: gol de Diego Costa en el saque de la falta. Al chico le va la marcha, de eso no hay duda. Le buscó Osasuna y le encontró, vaya si le encontró. Nadie pesca en el fango como él. Por desgracia, su nueva exhibición acabó en tristeza por una lesión de tobillo al pelear por el enésimo balón imposible, que amenaza su debut con Brasil. Injusto castigo.
El partido nació tan espeso como se esperaba, con un desbarajuste de uniformes que contribuía al caos y el despiste. Osasuna no vende humo: empuja, llega por banda, cuelga balones y disimula sus carencias técnicas debajo de un trabajo intachable. Como el Atleti atraviesa una etapa de escasa inspiración, demasiados balones largos y cada vez menos Arda, el plan les funcionó durante un buen rato a los navarros.
Mendilibar sorprendió al salir sin un nueve puro. Lesionado Kike Sola, ni Nino ni Llorente: Masoud y Armenteros intercambiando posiciones sin parar y Oier apareciendo desde la segunda línea. Si Miranda no llega a seguir en estado de gracia (temporada para enmarcar la del central brasileño), Osasuna habría obtenido recompensa de su primera media hora, ante un rival sin más argumento hasta entonces que el pelotazo y la fe ciega en que Falcao volviera a ser Falcao, cosa que sigue sin suceder.
Sin embargo, el Atleti golpeó a la primera. En una contra , Gabi se encontró con campo abierto para habilitar a Koke a la espalda de la defensa. Dudó el capitán y tardó un pelo en meter el pase al canterano, convirtiendo en más que dudosa su posición. Pero el línea dejó seguir y Koke, muy lúcido, no se cegó con su ventaja y pasó a Diego Costa, que remachó de cabeza después de que Andrés se luciera ante su primer remate.
Quedaban diez minutos para el descanso y Osasuna respondió con gallardía. Apareció entonces otro de los héroes de este Atleti, ese Courtois por el que Simeone ha pedido luchar hasta el final. Normal, es un portero enorme. Lo descubrieron Oier, de cabeza, y Masoud, en acrobacia; dos paradones y 0-1 al descanso.
Si Mendilibar trazó algún plan mágico para la remontada, lo destrozó Diego Costa nada más salir. El brasileño se llevó un balón increíble por la banda, choques, fe, zancada y potencia, hasta que Flaño le derribó por las malas. Por alguna razón, Pérez Montero se ahorró la tarjeta y Costa se dirigió renqueante al área. Koke volvió a sacar su diestra a relucir, Miranda peinó en el primer palo y apareció el de siempre para sentenciar el partido. Osasuna ya no se levantó.
El resto del partido fue un impreciso correcalles con más acercamientos que ocasiones reales. Diego Costa no contribuyó a la recuperación de Falcao, al pecar de egoísta en la acción que desencadenó su lesión, y Courtois le negó a Oier el golito que él y Osasuna merecieron. Pero ya eran detalles, lo importante lo había resuelto antes Diego Costa. Suma y sigue. Qué delantero.