Jiménez vuelve al Pizjuán en su momento más complicado

La deriva del Real Zaragoza es ciertamente incontestable: diez jornadas sin ganar, cuatro de los últimos 30 puntos, cuatro meses sin una victoria en La Romareda, sólo cuatro goles en la segunda vuelta, un delgadísimo colchón de dos puntos sobre el descenso cuando se aproxima una calendario aterrador... Los números son demoledores y no hay por dónde agarrarlos, pero el Zaragoza va a apurar al máximo su confianza en Manolo Jiménez. Es más, aunque Agapito Iglesias es siempre imprevisible y sigue tomando todas las decisiones entre bambalinas, entre los principales del club se aboga abiertamente porque el técnico andaluz acabe la temporada, pase lo que pase.

Jiménez regresará el domingo al Sánchez Pizjuán en su momento más difícil desde que sucedió a Aguirre en el banquillo del Zaragoza. La afición, al menos de forma mayoritaria, no lo ha señalado nunca como parte del problema y en los despachos del club se hacen esfuerzos titánicos por aparentar tranquilidad. Pero el equipo no es capaz de ganarle a nadie y ahora viene una serie de partidos de máxima dificultad: Sevilla, Real Madrid, Deportivo, Barcelona...

El presidente Fernando Molinos jamás ha deslizado en público una sombra de duda sobre el futuro de Jiménez y a cada pregunta ha dado siempre la misma respuesta contundente: "El respaldo al técnico es total y absoluto. No hay la menor duda".

Pero a Manolo Jiménez se le ve cada vez más abatido, porque no hay cuerpo que aguante diez jornadas sin ganar. Abatido y prevenido. "No soy un iluso y sé que en el fútbol los entrenadores están o dejan de estar dependiendo de los resultados y no del trabajo", señaló con vehemencia en la víspera del partido frente al Granada.

No es que se sienta amenazado, pero ya le embarga esa sensación de soledad que se apodera de cada entrenador cuando se encadena una racha de decepciones de esta magnitud.

Y es que Jiménez es el tercer entrenador de toda la historia del Zaragoza que enlaza una serie de diez jornadas sin ganar en Primera División. Los anteriores fueron Jacinto Quincoces (1942-44) y el francés Lucien Müller (1976-77). Los dos técnicos acabaron la temporada y en ambas ocasiones el equipo aragonés terminó en Segunda División.

Hay que recordar que Agapito despidió a Víctor Fernández y al mexicano Javier Aguirre después de nueve jornadas sin conocer el triunfo, por lo que Jiménez es el entrenador que más ha resistido a una crisis con el soriano.