La Real conquista el Calderón

La Real Sociedad fue principio y fin de la increíble racha del Atleti en el Manzanares, donde empató el pasado 2 de mayo y ayer dobló la apuesta con una victoria que le coloca en puesto de Champions, recurso del Málaga mediante. Entre las dos visitas del equipo de Montanier, catorce rivales sucumbieron en sus visitas al estadio rojiblanco. Nada es para siempre, pero el disgusto llegó en muy mal día, justo cuando el Real Madrid se había colocado por encima en la clasificación por primera vez en toda la Liga. Con la Copa al final del camino, la pugna por el subcampeonato anima algo el tramo final del campeonato para ambos.

El partido no estuvo a la altura esperada. Ni el Atlético mostró la agresividad habitual ni la Real lució en exceso sus cuatro finas dagas (Vela, Griezmann, Xabi Prieto y Zurutuza). Repitieron los del Cholo un problema cada vez más frecuente: su escasa lucidez cuando se asoma al área. Arda solo no basta. A su alrededor, choques, carreras, intensidad y empuje... Calma y calidad, muy poca. Por eso, el constante dominio inicial tuvo como única recompensa un leve goteo de disparos lejanos: Arda, Koke, Cebolla... Todos fuera.

Con Koke de mediocentro, el Atleti queda aún más ciego en el último cuarto de campo. Cebolla, el nuevo titular tras la lesión de Tiago, es alboroto sin premio y sorprende que el Cholo siga resistiéndose a darle siquiera unos minutos a Óliver, el otro mediapunta de ingenio con el que cuenta. La Real, con Íñigo Martínez e Illaramendi dominando sus respectivas zonas, convirtió los esperados golpes en agradables cosquillas.

El gol de la Real fue inesperado, pero no accidental. Con Diego Costa de nuevo protagonista, el Atleti apretó tras el descanso, pero cuanto más se volcaba, más se relamían Vela, Griezmann y Xabi Prieto, viendo abrirse ante ellos autopistas hasta Courtois. Así que lo sucedido en el minuto 54 fue la crónica de un contraataque anunciado. Diego Costa llegó a la línea de fondo tras una gran acción individual, pero su pasecito picado no halló rematador. Despeje y, en cuestión de segundos, Griezmann se encontró en mediocampo, con Xabi Prieto corriendo en fuera de juego hacia la portería. Ya que Ayza y su linier no marcaron nada, el francés no falló lo evidente y el capitán definió como suele, más veloz de mente que de piernas.

Así, tras 820 minutos transformado en superhéroe, acababa el récord de imbatibilidad en el Calderón de Courtois y el Atleti no supo adaptarse al nuevo escenario. Atacó sin pausa, porque a fe no le gana nadie, pero lo hizo con la precipitación de dos adolescente besándose en un parque. Todo anhelo, cero sabiduría. Iba e iba, pero no llegaba.

Tuvo Miranda la más clara, tras una mano no señalada de Falcao, pero Bravo dejó una de las paradas de la jornada. El resto fueron balas de fogueo, remates fuera y barullos despejados sin mucho apuro por la sólida Real. Las mejores jugadas de Diego Costa no encontraron a Falcao, que sigue en fase menguante, y Arda se vio ahogado. Raúl García y Adrián naufragaron como revulsivos, alimentando el deseo de la grada de ver a Óliver. Es una derrota y la temporada del Atlético sigue en el sobresaliente, pero el Cholo necesita refrescar a un equipo exhausto. La Real, su nueva bestia negra, se lo demostró ayer. Si San Sebastián no se ha rendido aún a Montanier, ya está tardando...