BARCELONA
La directiva no ejecutará los avales contra Joan Laporta
Argumenta que no está "técnicamente" capacitado para ello. Además, Freixa, portavoz del club, confirma que no habrá Grada de animación: "Habrá que dejarlo para otra época".
La directiva del Barcelona ha informado de que no puede pedir la ejecución de la sentencia del Tribunal Supremo contra la anterior Junta directiva de Joan Laporta, que le obligaba a avalar entre 2006-2010, porque el actual equipo directivo "técnicamente" no tiene la condición de demandante ni están legitimado para ello.
Además, Jordi Freixa, el portavoz, informó sobre la controvertida grada de animación: “Ha sido un proyecto que se puso en marcha para activar una grada de animación. Desde el primer partido de este año de 2013 repartimos entradas a diez euros por entradas para socios y peñistas”. Rosell matizó que la grada de animación pasa a mejor vida: “Para mí es un tema zanjado, en nuestro mandato no hablamos más de animación. No hace falta insistir más. No existe la animación en el estadio”. Freixa lo ratificó: “Nos hubiese gustado que hubiera más animación, pero siempre sin violencia. Hablamos con toda la gente que animaba en el club y no podrá ser. No podremos tener animación en el estadio. Lo tendremos que dejar para otra época, para otra década. Teníamos la aprobación de la junta para sacarlo a la luz, pero que un hombre haya entrado con una bengala ha provocado que no lo podamos hacer. Se vendieron esas entradas a grupos de animación con tolerancia cero a la violencia. Gente la mar de normal, chavales muy majos, los conozco a algunos. Estos chicos estaban en el gol sur, abajo del todo. Lo de la bengala en la tercera grada. No hablemos más del tema. No habrá entradas para los grupos de animación y no habrá entradas para jóvenes”
La directiva sí pondrá en marcha "las acciones judiciales" correspondientes después de la Fiscalía haya solicitado las facturas por unos casos de espionaje que tuvieron lugar en el club entre 2008-2010. Se refiere a la monitorización de correos electrónicos entrantes y salientes del club. Rosell ha informado de que el club quiere saber a quién se espió y por qué motivo y ha explicado que el montante de la factura supera los 3,1 millones de euros.