"Si la torre hubiera caído en día de partido hubiera sido trágico"

Quique Hernández, entrenador del Hércules, ha dado gracias porque la caída de parte de una de las torres de iluminación del estadio Rico Pérez no se produjera en día de partido porque "hubiera sido trágico".

El Hércules está procediendo desde hoy a la retirada del ensamblaje suspendido en el aire y Quique Hernández prepara el encuentro ante el Almería "como si se fuera a disputar el sábado", tal y como está previsto, aunque no ha querido aventurarse a asegurar que se vaya a jugar.

"Lo que ha ocurrido se puede enfocar de muchas formas, pero lo principal es que, dentro del mal, hay que estar contento de que no haya ocurrido en día de partido porque hubiese sido trágico; lo demás es anécdota", comentó Hernández, quien restó trascendencia a que el equipo tuviera que cambiar el escenario del entrenamiento del miércoles por el percance en el estadio.

Más allá de los problemas con la torre de iluminación del Rico Pérez, Quique Hernández se centró en el aspecto deportivo del encuentro del sábado contra el Almería porque "llega la hora de la verdad, no hay vuelta atrás", aunque considera que el Hércules está "en disposición de encararlo bien".

Resaltó el buen momento que atraviesa el Almería, pero advirtió que el Hércules se "juega la vida" y tendrá sus opciones de superar a un rival que lucha por el ascenso a Primera División.

"Es muy buen equipo, está en un momento de forma extraordinario, pero no hay ningún equipo invencible", advirtió Hernández, aunque matizó que, para poder ganar, le gustaría que el Hércules mostrara el sábado "la línea de juego, seriedad y efectividad" de los últimos partidos como local y no la que dio en el último compromiso contra el Barcelona B en el Mini Estadi.

El técnico de Anna aseguró que "más que preocuparse, hay que ocuparse" de solucionar la mala línea del equipo a domicilio, pero insistió en que, en el Rico Pérez, el Hércules ya es "un equipo sólido".

Respecto a los futbolistas con los que podrá contar el sábado, Quique Hernández cree que estará a su disposición el defensa francés Noé Pamarot, mientras que descartó a Francisco Javier Peral ''Javito''.

Por otro lado, dejó entrever que contará con Braulio Nóbrega para la convocatoria después de que el jugador haya superado una lesión fibrilar que le ha tenido cinco meses sin jugar; mientras que, aunque no le descarta, está pendiente de las molestias en el hueso calcáneo de Pablo Redondo.

Por último, Quique Hernández no quiso entrar a valorar la situación extradeportiva de Xerez y Guadalajara, que por diferentes motivos podrían reducir el número de equipos que descenderían a Segunda B al final de la temporada. "Tenemos que salvarnos por nosotros. Lo demás no es cosa nuestra", sentenció.