BARCELONA
Vicenç Pla arrincona a Laporta en una jugada maestra
Si Sandro Rosell y su Junta no ejecutan los avales, lo hará su asociación. Vicenç Pla le dará un margen total de 15 ó 20 días.
Vicenç Pla explicó ayer en una conferencia de prensa su postura oficial con respecto a la sentencia del Supremo contra Joan Laporta y siete de sus directivos por el caso de los avales. Y, contrariamente a lo que pudiera parecer en los últimos días, Pla, tras ganar en los tribunales, no va a lavarse las manos. Todo lo contrario.
De hecho, ayer dilucidó la culminación de su jugada maestra. Acompañado, entre otros, por Robert Blanch, portavoz de la Asociación por la Defensa de los Derechos del Socio del Fútbol Club Barcelona y quien ha financiado el proceso judicial, Pla esperará a que Laporta y el resto de condenados -Godall, Ferrer, Castro, Boix, Cubells, Yuste y Perrín- presenten el aval de 23,2 millones voluntariamente "y con dignidad". De no ser así, dará un margen de 15 ó 20 días a Sandro Rosell y su Junta para que ejecuten la sentencia. Si éstos no actúan, entonces, él mismo enviará al juez del Tribunal Supremo la petición de que se ejecute la sentencia que obligaría a presentar unos 3 millones de euros por cabeza para cada uno de los directivos afectados. De todos modos, Pla también avisó a Rosell: "Si no hacen nada, nos plantearemos denunciar a la actual Junta, que tendría una responsabilidad por omisión. Si dejan que las responsabilidades económicas de Laporta y su directiva prescriban, ellos también serán responsables".
Pla definió su batalla en los juzgados como "una lucha de una hormiga contra un elefante azul" y anunció que no va a temblarle el pulso por grande que sea el perjuicio económico que cause a Laporta y a sus compañeros: "Es su problema si la sentencia les lleva a la ruina. Quien se presenta a presidente y directivo sabe que está sujeto a unas garantías y unas responsabilidades. Todos los de aquella Junta son empresarios, abogados y gente muy preparada que conoce perfectamente la ley. Es la misma Junta que brindó con champán cuando ganó el voto de censura acogiéndose a la literalidad de los estatutos. Pues estos estatutos son para todo y para todos".
Robert Blanch, preguntado por las palabras de Benedito de la semana pasada, contestó con otra pregunta: "¿Entenderíamos que la prensa política pidiera que se exonerara a los presuntos corruptos?".