BARCELONA
Vicenç Pla se retira y deja a Laporta en manos de Rosell
El Barcelona tiene ahora cuatro años para ejecutar los avales. El socio explicará el martes sus motivos. Soriano y Rosell, que firmaron las cuentas de la polémica, indemnes.
Golpe de teatro en el caso de los avales. Según informó ayer Catalunya Ràdio, Vicenç Pla, el socio que presentó la demanda contra Laporta y su Junta, se retira del caso. Tras conseguir que el Tribunal Supremo condene al ex presidente y a siete de sus directivos a presentar un aval de 23 millones de euros por las pérdidas de la temporada 2002-03, el polémico personaje emplaza ahora a la directiva de Sandro Rosell a ejecutar los avales en calidad de beneficiaria. Según esa información, el club tiene cuatro años para hacerlo. Pla, por su parte, ofrecerá una conferencia de prensa el próximo martes.
A la espera de que el Barcelona se pronuncie, es preciso, para entender del todo el caso de los avales, examinarlo desde sus inicios. ¿Dónde tiene su origen? ¿Cuál ha sido su evolución? ¿Cuál puede ser su desenlace?
La demanda presentada por el socio Vicenç Pla contra Laporta y su directiva en el año 2008 parte de un proceso judicial anterior que obligó al Barcelona a convocar elecciones en 2006 y no en 2007. El juez consideró que los primeros ocho días de mandato de Laporta en 2003 equivalían a un año de gestión. De acuerdo con esta sentencia, Pla presentó su demanda solicitando que los directivos que estaban en el club en el año 2006 debían presentar un aval de unos 60 millones de euros, de los que 42 equivalen al 15% del presupuesto de la temporada 2006-07 y el resto, a las pérdidas de 2002-03. En primera instancia, el juez desestimó el requerimiento de Pla argumentando que la Junta no tenía que avalar, ya que la LFP le comunicó que no debía hacerlo.
Pero Pla recurrió y la Audiencia Provincial falló contra Laporta. El ex presidente reaccionó y llevó el caso al Tribunal Supremo mediante un recurso de casación que, tal como conocimos esta semana, ha sido desestimado. Por eso, Laporta, Godall, Boix, Ferrer, Yuste, Perrín, Castro y Cubells deberán presentar solidariamente un aval de 23,2 millones.
Que sólo deban que avalar ocho directivos abre otros interrogantes. ¿Por qué la sentencia no afecta a Rosell? Sencillamente porque éste dimitió en 2005 y ya había avalado en 2003, 2004 y 2005. ¿Por qué no avalan los que se fueron en 2008? Porque cuando el juez falló en 2008, esos directivos habían dimitido después de la moción de censura contra Laporta. Es el caso de Soriano, vicepresidente económico e ideólogo de la operación, que sale indemne al igual que Rosell, que fue quien dijo que la plantilla heredada tenía coste cero.