Otra vez el Valencia

Hace 20 años que los partidos entre Depor y Valencia son algo más, y el de ayer no fue una excepción, ni mucho menos. Fue una noche vibrante, con errores, aciertos, expulsiones, polémica, gol en un suspiro, doblete de Riki, remontadas... Con todo, como en sus últimas siete visitas, el Valencia se llevó premio. Fue al final, en el último suspiro, pero lo cierto es que sólo hubo suspense por el acierto de Aranzubía y Riki y el perdón de un fallón Valdez.

La noche comenzó con ciclón, y no climatológico, sino futbolístico. El Valencia tardó 31 segundos en abrir el marcador al adelantarse Jonas a la defensa coruñesa a la corta en un perfecto córner de Guardado. El Depor acusó el golpe, y de qué manera. La defensa se convirtió en un flan, tirando la línea cuando no tocaba, no acertando en un solo corte y ofreciendo una autopista sin peaje hacia la portería. Primero la tuvo franca Piatti y luego Valdez en dos ocasiones, pero entre errores propios y Aranzubía los de Domingos siguieron vivos en el partido. La impotencia era tal, que los coruñeses vieron tres amarillas en tres minutos que demostraban el calvario que estaban viviendo.

El perdón visitante tuvo castigo a los 32 minutos. Riki, que ya había dejado un taconazo excelso, marcó de cabeza adelantándose a la defensa valenciana. El gol parecía un oasis en el dominio que exhibían los de Valverde con un gran Banega como director de orquesta.

Pero era la noche de Riki, su venganza particular a aquel 22 de mayo de 2011 cuando el Depor descendió ante su encarnizado rival. Aquel día el '11' blanquiazul tuvo una, dos, tres, cuatro... mil ocasiones sin suerte. El gol del empate le quitó un peso de encima y el segundo desbordó su euforia cuando se rozaba el descanso. Jugada personal ante un Víctor Ruiz dubitativo, zurdazo raso y gol. Tras sufrir y sufrir, el Depor se iba al descanso con ventaja.

Pero el duelo iba girar de nuevo porque Silvio, nefasto en sus dos partidos con el Deportivo como lateral zurdo, se expulsó con su segunda amarilla con 37 minutos por delante. El Valencia tardó diez minutos en aprovecharlo gracias a la eléctrica entrada de Bernat. De ahí hasta el final, acoso visitante que decidió Ricardo Costa tras otra asistencia de Guardado. Fue el enésimo fallo de la defensa coruñesa para dejar al colista más colista y a los de Valverde mirando a los ojos a la ansiada Champions.