Este Rayo Vallecano está próximo al 'Matagigantes'

El Rayo de Paco Jémez puede hacer historia hoy. Si gana al Athletic en San Mamés habrá realizado la mejor primera vuelta en puntos de las catorce temporadas que ha militado en Primera, al finalizarla con 31. Si empata igualará el registro de 29 que establecieron las plantillas dirigidas por Juande Ramos en las campañas 1999-00 y 2000-01. Con un triunfo en Bilbao, este Rayo rozaría la zona que da derecho a disputar la próxima edición de la Champions League, aunque no accedería a ella por la peor diferencia de goles a favor y en contra que tiene con el Betis, que juega el domingo.

Lo que no podrá mejorar este Rayo de Paco es la marca que logró el de Héctor Núñez en el curso 1977-78: acabar la primera ronda de la Liga en la tercera posición. El conjunto vallecano entró como un elefante en una cacharrería en la temporada de su estreno en la máxima categoría nacional, derribando iconos y ganándose el apodo de 'Matagigantes', porque por Vallecas fueron cayendo paulatinamente Sevilla, Real Madrid, Athletic y Valencia. En el penúltimo encuentro de la primera vuelta de la competición empató frente al Barcelona en el Camp Nou (en la segunda le ganó en su feudo) y en el que la puso fin doblegó al Atlético (2-0, el 15-1-78) y con ese triunfo se encaramó a la tercera posición.

Alcázar, en la meta, con Anero, Tanto, Uceda, Nieto, en la defensa, formaron una muralla que sólo fue flaqueada en 22 ocasiones en esa parte de la competición. Fermín, Landáburu, Guzmán, 'Palín' González, Rial y Alvarito, fueron los habituales en la medular y la delantera de un Rayo que sólo fue doblegado en cinco ocasiones y ninguna de ellas fue en Vallecas, donde tan sólo cedió un punto ante Las Palmas.

Hierro, Francisco, Luna, Astegiano, Salazar, Pascual, José María, Manolito, Marian, Potele y Felines (una importante lesión le impidió ser más habitual en las alineaciones) completaron la plantilla de aquella campaña.

El Rayo de Héctor Núñez basó buena parte de su éxito en la contundencia de Tanco, la habilidad de Landáburu (hasta hizo goles olímpicos) y el acierto realizador de 'Palín' González y Alvarito. El argentino, que luego fuera jugador del Atlético, marcó trece goles y el burgalés, doce, en esa Liga.

Otro de los que mayor provecho obtuvo del buen hacer rayista en esa temporada fue el centrocampista Guzmán, que al final de la misma fue convocado por la Selección para el Mundial de Argentina y, después, traspasado el club de la ribera del Manzanares.