ELCHE
El ilicitano Aarón podría llegar la próxima semana
Fran Escribá ya ha dado el visto bueno a su incorporación. El principal problema podría estribar en los tres años de contrato que tiene el jugador con el Almería.
El Elche sigue dando pasos en firme para reforzar su plantilla de cara a la segunda vuelta de la Liga. Y en este sentido, el primer refuerzo podría caer en la primera semana de 2013. Uno de los hijos de Boria, Aarón Ñíguez, está cerca de recalar en el equipo de su ciudad. El interior está como loco por fichar por el Elche y las posturas podrían estar cercanas.
El principal problema podría estribar en los tres años de contrato que tiene el jugador con el Almería. Pero en las últimas horas, sus agentes habrían avanzado las negociaciones con el club almeriense para rescindir su contrato y poder firmar con el club franjiverde.
Aarón se convertiría en el primer refuerzo del mercado invernal aunque no sería el último. Fran Escribá ya ha dado el visto bueno a la operación ya que conoce al futbolista de su etapa en las categorías inferiores del Valencia. El todavía jugador del Almería puede jugar en las tres posiciones de la mediapunta aunque se suele desenvolver bien en la parte izquierda, posición en la que se suele desenvolver Fidel Chaves.
Aarón es el hijo del mítico delantero del Elche Boria y en varias ocasiones ya ha comentado que una de sus ilusiones sería triunfar en el equipo de su ciudad y en el que triunfo su padre. Aarón se encuentra de vacaciones en Elche, lo que ha acelerado los contactos.
Un central.
Además de Aarón, el club estaba en contactos para incorporar a un mediocentro. Portu, del Valencia B, y Saúl, hermano de Aarón, eran los objetivos prioritarios. Sin embargo, Escribá prefiere que se centren los esfuerzos en la contratación de un central ya que para el mediocentro ya cuentan con Rivera, Mantecón, Generelo y Pelayo.
Para el centro de la defensa Escriba sólo cuenta actualmente con dos futbolistas: Xabier Etxeita y Héctor Verdés. El otro central, Sergio Pelegrín, se encuentra lesionado y ante cualquier contingencia, una de las zonas más seguras del equipo se quedaría coja.