Athletic
Fernando Llorente vive sus peores navidades en Bilbao
El delantero, que ya ha iniciado la cuenta atrás de su carrera como rojiblanco, se ha acostumbrado a comenzar los partidos desde el banquillo y a convivir con los pitidos.
La última Navidad de Llorente como jugador del Athletic está muy lejos del patrón imaginado por el delantero. El de Rincón de Soto ha pasado de ser un referente en el equipo a ocupar la decimoséptima posición en el cómputo de minutos disputados en la Liga (365 minutos repartidos en 10 partidos). No solo eso. El gol le ha dado la espalda. Ha marcado uno en Liga en todo el torneo, el que hizo en Cornellá, y el público de San Mamés ha perdido el recuerdo de sus celebraciones. La última vez que hizo un tanto en La Catedral fue en abril, en la semifinal de Europa League ante el Sporting de Lisboa. Ese gol clasificó al Athletic para la final.
Llorente finalizó la temporada anterior con registros de primer nivel: 17 goles en 32 partidos en Liga; cinco en seis encuentros de Copa, y siete en 15 partidos europeos. La tendencia fue clara desde el comienzo y el ariete llegó a la Navidad de 2011 como uno de los futbolistas más cotizados del continente. Incluso se especulaba con la posibilidad de que alguno de los clubes poderosos del continente se plantase en Ibaigane para hacer frente a su cláusula de rescisión.
Cualquiera que eche un vistazo a los números que presenta doce meses después apostaría a que corresponden a un miembro del equipo ficticio de hermanos de futbolistas internacionales que ha popularizado el anuncio de una conocida marca de cerveza: un gol en diez partidos de Liga, ninguno en los dos jugados en Copa y otro en ocho duelos en la Europa League.
El único campeón de Europa y del mundo que le queda al Athletic en su plantilla ha perdido la relevancia que tenía en el equipo y los minutos que tiene no los aprovecha para desbancar de la titularidad a Aduriz, que es quien ahora ofrece registros de primer espada (diez goles en 16 partidos de Liga, tres en seis de Europa League y otro más en dos de Copa).
En enero dirá su destino. Dos días después de volver a los entrenamientos en Lezama, Llorente se apoyará en el reglamento de la FIFA para anunciar que tiene un acuerdo para jugar en otro equipo a partir del próximo mes de junio. El Athletic no parece dispuesto a dejarle marchar antes por menos de los 36 millones de euros que figuran en su cláusula de rescisión. Es imposible que nadie ofrezca tal cantidad de dinero. Ni siquiera que llegue a la mitad por alguien que acaba contrato en seis meses.