Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Sevilla

El vestuario sevillista se siente muy solo y se refugia en Míchel

El grupo cree en Míchel y le defiende. Del Nido, por ahora, no duda. Álvaro Negredo: "La afición debe ser la de siempre. Si esto se parte será peor todavía..."

MICHEL
MIGUEL ANGEL MORENATTIDIARIO AS

El Sevilla está inmerso en una crisis de grandes dimensiones. Tanto, que no sólo es un momento delicado en lo puramente deportivo, con el equipo 13º y unas últimas temporadas llenas de desilusiones, sino que el club padece una ruptura social que agrava aún más la crisis sobre el césped. La prueba de ello es que el vestuario sevillista se siente completamente solo en la lucha, desamparado por la mayoría de la afición y apaleado por las críticas generales, incluidas las de la prensa. Así al menos se entiende dentro del vestuario. Con gran parte de la grada cantando en contra de la directiva (muchos de ellos sacando pañuelos al palco tras cada derrota) y otra gran parte de ella vacía desde hace tiempo, al equipo sólo le queda cerrar las puertas por dentro y pedir ayuda a la afición.

Y así lo está haciendo. Los jugadores se refugian en Míchel, a quien protegen prácticamente en cada intervención pública (también de forma privada) y al que ven como el adecuado para salir de la crisis. La plantilla está con un técnico al que ven con fuerza pese a todo. Del Nido y Monchi le siguen respaldando pese a la tremenda racha negativa y la afición no ha llegado nunca a pedir su cabeza, al menos hasta el momento. Es más, los propios jugadores no dudan en apoyar a Míchel en conversaciones con los que mandan.

El vestuario se refugia en la fe del técnico precisamente en un momento en el que palpan menor apoyo de parte de la grada y mayor fractura entre la directiva y los aficionados. "Esto sólo se saca adelante estando unidos. Ya lo hicimos otras veces. La unión hace la fuerza, en el campo y en la grada. Si esto se parte es cuando vendrán más problemas todavía. En ciertos momentos no estamos recibiendo ese plus de la grada, la afición debe volver a ser la de siempre", dijo ayer Álvaro Negredo, capitán.

Fe. En un estado tan bajo de ánimos como el que afronta el vestuario sevillista, el semblante del entrenador puede inclinar la balanza anímica hacia uno u otro lado. Los jugadores están viendo fuerte y confiado a Míchel y eso mantiene a flote la confianza del grupo. "El juego no está siendo malo. Hacemos muchas cosas bien, pero pesan más las que hacemos mal", añadió Negredo en la radio oficial del club. Míchel se está centrando estas horas en construir el ánimo para el partido en Anoeta en base a la primera parte frente al Málaga y otros muchos partidos en los que el juego fue mejor que el del rival. Pero urge ganar y eso es lo que le cuesta un mundo a este Sevilla en crisis.