MÁLAGA
Pellegrini: del abismo a la gloria
Lleva dos temporadas y media al frente del Málaga. Ha dirigido al equipo en 100 partidos oficiales. Ha pasado casi de todo. De rozar el descenso a construir el mejor Málaga de la historia.
El 4 de noviembre de 2010, Manuel Pellegrini Ripamonti firmó como entrenador del Málaga. Venía para sustituir a Jesualdo Ferreira, primer técnico de la era Al-Thani y que resultó un fiasco. Desde entonces, el equipo blanquiazul ha sido el reflejo del chileno. Para lo bueno y para lo malo. 100 partidos oficiales son los que ha estado El Ingeniero al frente del Málaga. 83 en Liga, nueve en la Copa del Rey y ocho en la Champions League.
En estos cien encuentros, ha logrado 43 victorias, 22 empates y 35 derrotas, con 148 goles a favor y 135 en contra. Pellegrini es ya todo un clásico de los banquillos españoles. 311 partidos en Primera División adornan su currículo. En activo, sólo Caparrós ha logrado tantos triunfos como él en la máxima categoría (159). Eso sí, el sevillano ha necesitado 428 encuentros.
Pero estábamos con el Pellegrini blanquiazul. Llegó con un equipo roto y mal confeccionado. A pesar de los fichajes de invierno (Maresca, Demichelis, Baptista, Camacho, Asenjo y después Willy), no terminó de dar con la tecla. El Málaga se situó último y el descenso era "an option". Y muy real. Sin embargo, amparado en la racha goleadora de Baptista, sobre todo, el equipo mantuvo la categoría.
Entonces llegó el verano de los superfichajes. 60 millones de euros en futbolistas. Van Nistelrooy, Joaquín, Toulalan, Isco, Monreal, Mathijsen, Sergio Sánchez y, sobre todo, Santi Cazorla. El Málaga, sin embargo, no terminaba de funcionar. Pellegrini mantenía su idea de fútbol, intocable siempre. Pero el juego y los resultados no eran los esperados. De hecho, llegó a estar discutido y parte de la afición pidió en las gradas de Los Cármenes su dimisión tras perder con el Granada.
No obstante, Pellegrini se salió con la suya y metió al equipo en Champions por primera vez. Luego llegó el verano más extraño de la historia del club. El jeque dejó de pagar y vendió a su estrella. Invitó a irse a media plantilla y también a Pellegrini. Pero el chileno dio un giro a la situación. Ganó peso y mando en el club, evitó la rebelión de la plantilla por los impagos y logró no sólo meter al Málaga en la Champions, sino maravillar a toda Europa con un fútbol soberbio. Ahora, con cien partidos a sus espaldas, tiene al equipo en octavos de la Champions y la Copa además de cuarto en la Liga. Cien partidos le han bastado para construir el mejor Málaga de la historia.